En lo que va de 2024, el Gobierno ya estableció dos alzas a este cobro, pero aún es necesario otro para equilibrar las finanzas del Estado.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
En lo que va de 2024, el Gobierno colombiano ha implementado dos aumentos en los precios de los peajes. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha anunciado que es inminente un tercer ajuste en las tarifas, una medida que busca equilibrar las finanzas públicas y asegurar la viabilidad de proyectos de infraestructura. Este anuncio fue confirmado durante su intervención en el XI Congreso de la Asociación de Fiduciarias (Asofiduciarias), donde explicó que el Ministerio de Transporte está analizando el ajuste necesario.
Un tercer aumento pendiente desde mediados de 2024
Los dos incrementos de este año responden a la decisión del Gobierno de no ajustar los peajes durante 2023, lo cual generó una brecha en las finanzas destinadas al mantenimiento y desarrollo vial. Así, en enero de 2024 se aplicó un primer aumento del 13,12%, correspondiente a la inflación de 2022. Posteriormente, en julio, se aprobó otro incremento del 4,64%, que cubría parcialmente la inflación de 2023. A pesar de estos ajustes, el Ministerio de Transporte evalúa la necesidad de un tercer incremento basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2023, que alcanzó el 9,28%.
Ricardo Bonilla afirmó que “el Ministerio de Transporte lo está estudiando. Por fortuna, la inflación ha bajado sustancialmente, lo cual quiere decir que sí podemos buscar cómo ajustar todo lo que hay pendiente”. La caída en la inflación, que ha dado señales de estabilización, ofrece una oportunidad para que este nuevo aumento se ejecute de manera más controlada.
El impacto financiero y la presión sobre las finanzas públicas
La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), presidida por Juan Martín Caicedo, ha subrayado que la falta de un ajuste adecuado en los peajes generaría un impacto fiscal a largo plazo. Según la CCI, de no aplicarse el aumento del 9,28% pendiente, el Estado enfrentaría un déficit de aproximadamente $10,8 billones entre 2024 y 2040. Este hueco fiscal comprometería la capacidad del país para mantener, operar y mejorar la infraestructura vial, que es crucial para el desarrollo económico y la movilidad nacional.
Caicedo alertó que, sin este ajuste, el peso de la compensación financiera recaería sobre el Estado, lo que podría obligar a recortar inversiones en áreas prioritarias como salud, educación, vivienda y justicia. “Sobre los hombros del Estado -sobre las finanzas públicas- caería el peso de compensar este hueco fiscal de casi $11 billones”, indicó, resaltando la importancia de que el ajuste sea definitivo para no comprometer la sostenibilidad fiscal.
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¿Por qué es necesario este ajuste adicional?
La decisión de un tercer aumento se fundamenta en la necesidad de financiar los proyectos viales y cubrir los costos de mantenimiento de las carreteras concesionadas. La política de peajes, que tradicionalmente se ajusta según la inflación del año anterior, busca asegurar los recursos necesarios para el desarrollo de infraestructura sin cargar totalmente esta responsabilidad al presupuesto estatal. Al no realizarse ajustes durante 2023, el gobierno perdió ingresos cruciales, lo que ha derivado en la necesidad de estos aumentos escalonados.
Además, la disminución reciente en la inflación, aunque es una buena noticia para los consumidores, también significa que el ajuste adicional se ejecutaría en un contexto económico relativamente favorable, reduciendo la carga que este tipo de incrementos suele imponer a los colombianos.
Equilibrio entre la infraestructura y el bolsillo de los ciudadanos
Si bien estos aumentos están diseñados para mantener la estabilidad en la financiación de proyectos de infraestructura, también representan una carga adicional para los ciudadanos, especialmente para aquellos que utilizan las vías de manera constante. El Gobierno enfrenta el desafío de equilibrar la necesidad de un sistema vial eficiente y seguro con el impacto económico sobre los usuarios.
En conclusión, la necesidad de este tercer ajuste en el cobro de peajes refleja la complejidad de gestionar el presupuesto nacional en un contexto donde los recursos fiscales son limitados. Con una infraestructura vial en constante expansión y mejora, el país requiere soluciones financieras que eviten la carga de compensar el déficit sin comprometer el desarrollo de otros sectores esenciales.
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