Consejo Privado de Competitividad presentó el informe y realizó un sondeo con expertos para identificar lo que sería ideal para el país.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
La búsqueda de mejores oportunidades, tanto para familias como para negocios, impulsa a muchas personas y empresas a desplazarse a lugares más prósperos. Este fenómeno, ligado estrechamente con la competitividad, evidencia un reto que Colombia no ha podido resolver completamente. Aunque el país ha trabajado en construir una agenda para mejorar en este aspecto, su progreso ha sido más lento que el de naciones con condiciones similares, lo que plantea una inquietante pregunta: ¿es que a Colombia se le hace imposible alcanzar la competitividad ideal?
El reciente informe del Consejo Privado de Competitividad, presentado en el Índice Nacional de Competitividad 2024, aborda 15 temas clave que el país necesita para fortalecerse y acelerar su crecimiento. Este año, el informe incluyó además un sondeo con expertos, quienes imaginaron escenarios ideales para cada uno de estos temas. A continuación, se destacan algunos de estos objetivos y los contrastes entre la situación ideal y la realidad que enfrenta Colombia.
Para alcanzar una verdadera competitividad en el ámbito global, los expertos consultados por el Consejo Privado de Competitividad sugieren que Colombia debería buscar una economía integrada a los mercados internacionales, facilitando no solo el comercio de productos, sino también el acceso a innovaciones tecnológicas y conocimiento global. En este escenario ideal, Colombia sería un país dinámico en cuanto a servicios, con un enfoque diversificado que abarcara sectores como la tecnología y los servicios empresariales, lejos de la dependencia en el turismo.
Sin embargo, la realidad dista de esta visión. El informe muestra que las exportaciones de servicios de Colombia se concentran casi exclusivamente en el turismo, y aunque el potencial del país es enorme, especialmente en áreas como tecnología y consultoría, la falta de digitalización y los engorrosos trámites inhiben un desarrollo pleno de otros sectores. Para lograr un avance en este sentido, sería crucial agilizar los trámites de comercio exterior y fortalecer la infraestructura digital que permita una mayor competitividad en el comercio de servicios.
Financiación empresarial
El acceso al financiamiento es otro de los grandes retos de Colombia, en especial para los micronegocios, que constituyen la base de la economía y el empleo en muchas regiones. De acuerdo con el informe, un asombroso 82,2 % de los micronegocios en Colombia no solicitó crédito en 2022. Las altas tasas de interés y la tasa de usura fueron señaladas como factores que distorsionan el mercado crediticio, limitando la capacidad de las pequeñas empresas para obtener financiamiento.
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Para transformar esta realidad, los expertos del Consejo Privado de Competitividad sugieren revisar la tasa de usura o incluso eliminarla. Este cambio podría abrir las puertas a una financiación más accesible para el sector productivo, alentando a los emprendedores y pequeños empresarios a invertir, innovar y generar empleo. Un sistema financiero que apoye al sector productivo es esencial para que Colombia alcance una competitividad que impulse su crecimiento económico.
Productividad rural
El sector agrícola es fundamental para la economía colombiana, y su modernización es un aspecto crítico para mejorar la competitividad del país. En el escenario ideal, Colombia tendría una agricultura de alta productividad, con prácticas sostenibles que permitan tanto la seguridad alimentaria como el desarrollo de exportaciones. Sin embargo, las cifras muestran una realidad muy distinta: solo un tercio de las unidades productivas en el país utiliza sistemas de riego, y la infraestructura de irrigación solo cubre el 6 % del área que podría beneficiarse de ella.
Este rezago en la infraestructura agrícola afecta directamente la productividad del sector, que se encuentra un 59 % por debajo de la productividad promedio nacional. Además, el informe señala que muchos productores rurales aún dependen de métodos de cultivo tradicionales que limitan el rendimiento. Si bien el gobierno ha manifestado interés en impulsar el sector agrario, se necesitan inversiones significativas en tecnología, sistemas de riego y capacitación para los agricultores, lo cual resultaría en una productividad más competitiva.
Educación y talento humano
Otro aspecto clave para la competitividad de un país es la calidad de su educación y su capacidad para desarrollar talento humano calificado. Los expertos sugieren que un país competitivo debería tener un sistema educativo moderno y alineado con las necesidades del mercado, formando profesionales y técnicos con competencias en áreas de alta demanda, como tecnología y ciencia. No obstante, Colombia enfrenta brechas importantes en esta área, con un acceso desigual a la educación de calidad, especialmente en zonas rurales y marginales.
La falta de oportunidades educativas limita la capacidad de muchas personas de acceder a empleos bien remunerados y de alta cualificación, afectando también el crecimiento del sector empresarial que necesita talento especializado para innovar. Para cerrar esta brecha, es fundamental que Colombia invierta en programas de formación técnica y tecnológica y que amplíe el acceso a la educación superior en todas las regiones del país.
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