ALFREDO VARGAS ORTIZ
Orgullosamente Abogado y Docente de la Universidad Surcolombiana
Doctor en Derecho de la Universidad Nacional de Colombia
En 1998, inicié mis estudios de Derecho en mi alma mater y hoy cuento con 26 años de experiencias que marcaron mi vida para siempre. Estudiar Derecho en una facultad que apenas comenzaba su camino fue interesante porque lo recorrimos de la mano de profesores de la Universidad Nacional de Colombia, como Alejo Vargas y Óscar Mejía Quintana, entre otros maestros que nos acompañaron en esos primeros pasos. Cuando estábamos en quinto semestre, nos llegó la terrible noticia de que nuestra carrera, cursada ya con un sacrificio estoico, no tenía registro en el ICFES, y que, por ende, los dos años y medio que llevábamos estudiando no valían nada.
No se imaginan el grado de frustración y tristeza que nos embargó, y la furia que nos llevó a tomarnos la universidad en un paro indefinido. Con el tiempo, la situación se aclaró y la Universidad de Caldas terminó revalidando los conocimientos y evaluando semestre por semestre lo aprendido; así, obtuvimos el tan ansiado registro. Tengo que decir con mucho cariño que una persona que siempre estuvo ahí, dándonos ánimo y sacando adelante la facultad, fue nuestra querida exdecana Martha Cecilia Abella de Fierro, quien se convirtió en nuestra madre putativa en tiempos de incertidumbre y en el faro que nos permitió llegar a ser la facultad que hoy conocemos. En medio del paro y la convulsión, y con la disposición de hacer de tripas corazón, iniciamos con ella la primera investigación sociojurídica de la facultad, sobre la implementación de los jueces de paz, y gracias a ella pude obtener el título de abogado. Son tantos los esfuerzos realizados, que mirar atrás y verme hoy integrando el equipo docente es un honor y, por supuesto, una enorme responsabilidad.
El programa nace con la intención de ver el Derecho desde otra óptica: el Derecho Social planteado por el profesor Darío Botero y varias corrientes, como la Magistratura Democrática de Italia. Textos que fueron de lectura obligatoria nos llevaron a una reflexión muy distinta sobre el Derecho.
Dicho pensamiento lo pude reforzar en la Universidad Nacional de Colombia, durante la maestría y el doctorado en Derecho que cursé con maestros como Rodrigo Uprimny Yepes, Rodolfo Arango, Mauricio García, Germán Burgos, Óscar Mejía y Bernard Maquard, entre otros. La consigna era clara: no podíamos ser inferiores al propósito de luchar por un Derecho comprometido con los derechos de las personas más vulnerables y necesitadas. Ese es precisamente el sello que hoy tenemos quienes nos graduamos en esa época, y actuamos en consecuencia. Los problemas de hoy son iguales y los retos también. Tenemos que hacer un Derecho que se ajuste a la justicia y no la sacrifique en nombre del formalismo jurídico. Un Derecho que, como lo plantea Luigi Ferrajoli, garantice los derechos de los más débiles en la sociedad para que el más fuerte no se imponga sobre el débil, y el Estado sea el mediador en el uso de la fuerza.
Hoy, la facultad está madura gracias al equipo docente, administrativo (Cristina y Lucerito, patrimonio histórico de la facultad), de estudiantes y egresados, quienes disfrutan de un consultorio jurídico de lujo con una directora que es egresada, Lizeth Vargas Sánchez, destacada por su gestión y con una atención anual a más de 5.201 personas. Asimismo, el Centro de Conciliación está liderado por la maestra Diana Ortiz. Actualmente, contamos con dos maestrías, una especialización en Derecho Administrativo liderada por el maestro Mario César Tejada, y un doctorado que comenzará en 2025 bajo la dirección del destacado profesor Germán Alfonso López Daza.
La clínica jurídica, con nuestro egresado Óscar Reyes, abogado de los campesinos afectados por El Quimbo; el seminario internacional sobre el conflicto interno armado, con nueve versiones realizadas; el Coloquio de Derecho Constitucional; los convenios internacionales con la Universidad de Salamanca en España, la UNAM de México, la Masferrer de El Salvador y la Universidad de Dalarna en Suecia (con la que estamos realizando una investigación conjunta); y el reciente seminario internacional con Wosxen University de la India y la Universidad de Hebei de China, entre tantas otras iniciativas de proyección social e investigación, muestran que hoy nuestra facultad se consolida cada día más.