Por: Sergio Trujillo
El departamento del Huila se sigue consolidando en el mapa cafetero de Colombia y el mundo, tal como lo confirma Forbes: hoy es el mayor productor de café del país, con una base de más de 148,000 hectáreas cultivadas, 86,000 productores, y un notable grupo de 27,000 mujeres caficultoras. Este éxito no es casualidad; es el resultado de años de esfuerzo y compromiso por proteger y potenciar la caficultura, incluso en tiempos de crisis.
Hace más de dos décadas, en un periodo crítico para el sector, el actual gobernador del Huila, Rodrigo Villalba, entonces ministro de Agricultura, asumió la defensa del café colombiano y aseguró el respaldo necesario para que el grano no desapareciera. Esta visión y constancia han sido clave para que, desde la Gobernación y con el apoyo de gobiernos sucesivos, Huila mantenga su vocación agrícola y cafetera.
El impulso más reciente se ha dado bajo la gestión del exgobernador Luis Enrique Dussan y de la actual administración del gobernador Rodrigo Villalba, con la consolidación de programas de tecnificación y fortalecimiento de asociaciones que hoy son la columna vertebral de un sector cafetero huilense moderno, competitivo y sostenible. Además, eventos como la Feria Internacional de Café, Cacao y Agroturismo, FICCA, que se celebra en el Huila, son testimonio de la calidad del café de esta región, brindando una vitrina internacional a nuestros caficultores.
Y tenemos más insumos. La llegada de Germán Alberto Bahamón, un huilense, a la gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros, marcó también un apoyo significativo. Bahamón, desde su conocimiento del contexto regional, ha promovido una visión innovadora que reconoce las fortalezas naturales del Huila y los distintos perfiles de café que emergen de su geografía privilegiada entre dos cordilleras. Bajo su liderazgo, la Federación ha fortalecido los estándares de calidad y exportación, llevando a Huila al máximo reconocimiento internacional.
Hoy, la caficultura en el Huila no solo mantiene sus raíces, sino que se moderniza con un relevo generacional inspirador. Centenares de niños, niñas y jóvenes están aprendiendo y liderando procesos en las fincas familiares, mientras las mujeres —cuya participación destaca Forbes— consolidan su rol esencial en todas las fases del cultivo y comercialización del café.
Con un precio de hasta $2,4 millones por carga, el café vive hoy un momento de bonanza, impulsado por la alta demanda internacional y factores económicos globales. Este incremento llega en un momento clave para los caficultores del Huila, quienes han luchado por sostener sus cultivos y ahora ven recompensados sus esfuerzos.
De esta forma, el Huila es hoy un símbolo de perseverancia y adaptación en el sector caficultor, con un gobernador que conoce y defiende el agro y con miles de familias cafeteras comprometidas que trabajan en equipo, reafirmando que este es el nuevo eje cafetero de Colombia.