Los partidos de la Selección Colombia generan un aumento significativo en el consumo de aguardiente y cerveza, con incrementos de hasta un 17% y 9% respectivamente, según datos de NielsenIQ (NIQ). Este fenómeno refleja cómo los eventos deportivos no solo despiertan pasiones, sino que también impactan positivamente en diversas industrias, incluyendo bares, restaurantes y tiendas de barrio. La emoción y los encuentros sociales impulsados por el fútbol convierten a estos eventos en una oportunidad para las marcas de bebidas alcohólicas de capitalizar el entusiasmo de los hinchas.
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El impacto no se limita a las bebidas alcohólicas. Durante eventos como la Copa América, el consumo de sueros orales y bebidas isotónicas también registró incrementos del 14,5% y 9,3%, respectivamente. Este comportamiento obliga a los establecimientos a ajustar sus estrategias de inventario y surtido para satisfacer las demandas de los consumidores.
Este patrón de consumo se intensifica en momentos clave, como las eliminatorias hacia el Mundial 2026. Según Carol Páez, de NielsenIQ, sectores como el comercio y la industria de bebidas experimentan picos de ventas debido al entusiasmo generado por partidos cruciales, como los enfrentamientos de Colombia contra Uruguay y Ecuador en noviembre.
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El fútbol, además de ser un catalizador de emociones, se convierte en un motor económico que beneficia a múltiples sectores. Este impacto positivo refuerza la importancia de los eventos deportivos como una plataforma para dinamizar el comercio y fortalecer la conexión entre marcas y consumidores.
