La sociedad neivana continúa siendo amenazada por el terrorismo que vuelve a castigar a Neiva por la vigésima segunda vez durante el presente año, perpetrados por las organizaciones narcoterroristas que operan en la región desde que se posesionó el actual primer mandatario de los colombianos. A la media noche del domingo anterior, un petardo de alto poder fue explotado frente a las instalaciones del restaurante Asadero de las Vegas, dejando un herido por la fuerte explosión que se escuchó en el norte y sur de la zona urbana de la capital del departamento. Al llegar al lugar, las patrullas de vigilancia lograron constatar que el artefacto había sido lanzado contra este establecimiento ocasionando daños en la fachada del local. Afortunadamente, no se reportaron otras personas heridas, ni afectaciones a la integridad física de transeúntes o residentes cercanos. La Policía Metropolitana, en conjunto con el Ejército Nacional, ha intensificado los planes de control en la ciudad para identificar y capturar a los autores de este acto violento.
Colombia ha retrocedido cinco lustros, porque han vuelto los ataques terroristas perpetrados por las organizaciones subversivas contra las estaciones de policía y guarniciones militares, establecimientos comerciales y la población civil, producto del debilitamiento progresivo que han presentado el aparato armado del Estado desde que asumió el presente gobierno nacional. En los dos últimos años, han salido de estas instituciones, 520 miembros de las Fuerzas Armadas, entre Generales; coroneles y demás quienes le han brindado su conocimiento y experiencia táctica para contrarrestar estos grupos criminales. En el Huila se volvieron a presentar esos momentos aciagos de ingrata recordación que vivió la sociedad huilense, por los permanentes ataques terroristas a las poblaciones huilenses que destruyó la dinámica productiva y que provocaron muertes y lesionados a las personas que residían en estas localidades. Hay que reconocer que gracias al gobierno de la época del expresidente Alvaro Uribe Vélez, se logró volver a estabilizar y recuperar la tranquilidad y la verdadera paz en todo el país. Algo que no le perdona la izquierda a este líder político, porque le propinó los más contundentes golpes a la insurgencia y al paramilitarismo.
El gobierno nacional debe atender el clamor de los gremios económicos y del gobierno departamental que claman un mayor fortalecimiento militar y un aumento del pie de fuerza, para poder contrarrestar el aumento del accionar narcoterrorista que se está presentando en este territorio. El 80% de las actividades económicas se sienten amenazadas porque están utilizando métodos de presión para extorsionar a las personas naturales y al sector productivo, quienes son sometidas a la intimidación y a las amenazas, sino acceden a sus peticiones delincuenciales. Desde la bien estructurada oficina de la Dian que de manera ilegal han creado en las montañas, los obligan a subir para entregarles fuertes sumas de dinero.