El miércoles 27 de noviembre, frente al Palacio de Justicia de Neiva, se llevó a cabo un plantón que marca el transcurso de nueve largos meses desde la desaparición de Kelly Johanna Plazas Maná, quien fue vista por última vez el 1 de marzo de 2024. Familiares, amigos y ciudadanos solidarios se congregaron para exigir justicia, portando pancartas y globos blancos como símbolos de resistencia y esperanza.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO
La convocatoria, que reunió a un grupo significativo de personas, incluyó la presencia de representantes de la Defensoría del Pueblo, colectivos feministas y diversas organizaciones sociales que respaldaron la lucha de la familia Plazas Maná por la verdad y la justicia. Este acto no solo fue un llamado a las autoridades, sino una muestra de solidaridad en torno a una causa que ha sacudido profundamente a la comunidad huilense.
La jornada estuvo marcada por un fuerte sentimiento de unidad y el dolor compartido por aquellos que, al igual que la familia Plazas Maná, exigen respuestas ante la desaparición de una madre y mujer trabajadora. Los asistentes, con pancartas que decían «¿Dónde está Kelly?», «Justicia para Kelly», entre otros mensajes, clamaron por la pronta resolución de este caso. En el plantón, se realizaron intervenciones emotivas en las que se recordó la vida de Kelly Johanna era madre cabeza de hogar y trabajaba como agente inmobiliaria. Además, se destacó que este acto simbólico busca presionar a las autoridades para que den respuestas definitivas sobre el paradero de Kelly y esclarezcan lo sucedido en los nueve meses que han transcurrido desde su desaparición.
Una familia incansable en su búsqueda de justicia
La familia de Kelly Johanna Plazas ha sido el rostro visible de esta lucha, mostrando una resistencia admirable en medio del dolor. María Elena Maná, madre de Kelly, agradeció la asistencia al plantón y aprovechó la ocasión para reiterar su exigencia a las autoridades de esclarecer el paradero de su hija. Con palabras llenas de sufrimiento, describió cómo la desaparición de Kelly ha transformado la vida de toda la familia. El dolor se refleja en cada uno de sus gestos, en cada palabra que expresa, y a pesar de la incertidumbre, la madre no ha dejado de luchar por la justicia.
“Mi hija era una mujer llena de sueños, una madre amorosa y trabajadora. Estos meses han sido un infierno para nosotros, pero no dejaremos de buscarla. Queremos respuestas y justicia. Exigimos saber qué hicieron con ella”, expresó María Elena mientras sostenía un retrato de Kelly. Las palabras de la madre resonaron en los corazones de quienes la acompañaron, reflejando el sufrimiento de no saber dónde está su hija.
Valentina Ramírez, la hija mayor de Kelly, también tuvo la oportunidad de compartir su experiencia y cómo la ausencia de su madre ha dejado una huella profunda en su vida. En su intervención, Valentina hizo un llamado de solidaridad a la comunidad huilense, pidiendo que nadie más pase por lo mismo que ellas han vivido. “Pedimos que se haga justicia, que se diga la verdad. Queremos saber dónde está mi mamá”, expresó Valentina, con una mezcla de desesperación y esperanza.
La incertidumbre y el dolor de un caso sin resolución
A pesar de que los presuntos implicados en la desaparición de Kelly, Fidel Borrero Solano, exesposo de Kelly, y los otros dos capturados, Rafael Antonio Puentes y Alexis Sotelo, se encuentran en poder de las autoridades, las respuestas sobre el paradero de Kelly siguen sin llegar. La incertidumbre sobre su destino sigue atormentando a la familia, que después de nueve meses aún no tiene claridad sobre qué ocurrió con ella.
A pesar de las capturas, las autoridades no han revelado información suficiente sobre el paradero de Kelly. Esta falta de respuestas ha aumentado el sufrimiento de la familia Plazas Maná, que, aunque consciente de las pocas probabilidades de que Kelly esté con vida, sigue exigiendo una respuesta definitiva. María Elena Maná declaró con profundo dolor: “Aunque sabemos que las probabilidades de que esté viva son mínimas, lo que queremos es saber dónde está su cuerpo. Necesitamos darle una cristiana sepultura, cerrar este capítulo de sufrimiento y seguir adelante”. Esta necesidad de obtener respuestas es compartida por Valentina, quien añadió: “No importa si ya no está con nosotros, lo que queremos es saber qué pasó, dónde está su cuerpo, para poder enterrarla dignamente”.
Este sentimiento de incertidumbre es palpable en cada palabra de la familia y en la comunidad huilense, que también ha manifestado su apoyo en cada movilización. La captura de los presuntos responsables no ha sido suficiente para que la familia logre encontrar la paz que tanto anhela. La falta de claridad sobre el paradero de Kelly ha aumentado la frustración y el dolor, mostrando la necesidad de que las autoridades trabajen con mayor celeridad y transparencia en este caso.
Un hecho que conmueve al Huila
El caso de Kelly Johanna Plazas ha trascendido las fronteras de la capital huilense y ha alcanzado una gran repercusión en todo el país, convirtiéndose en un símbolo de lucha contra la violencia de género. En cada intervención, los familiares expresaron el profundo vacío que ha dejado la ausencia de Kelly en sus vidas. Su familia ha sido el principal motor en la exigencia de justicia, luchando incansablemente para que el nombre de Kelly no se olvide y para que su caso sea resuelto de manera efectiva.
Durante el plantón, se escucharon voces llenas de dolor, pero también de esperanza. Un representante de la Defensoría del Pueblo expresó: “Hoy estamos aquí no solo por Kelly, sino por todas las mujeres que han desaparecido o sido víctimas de violencia. No descansaremos hasta que se haga justicia”. Este llamado a la acción resaltó la necesidad urgente de que las autoridades colombianas, tanto locales como nacionales, tomen medidas efectivas y urgentes para prevenir la violencia de género y garantizar que las investigaciones se resuelvan de manera rápida, clara y transparente.
El plantón también fue una oportunidad para reflexionar sobre las políticas públicas en materia de seguridad para las mujeres. Los participantes coincidieron en que es necesario que se implementen estrategias más efectivas para la protección de las mujeres y que las investigaciones judiciales sean más rápidas. En este contexto, el caso de Kelly ha servido como una llamada de atención sobre las fallas en el sistema judicial y la falta de respuestas frente a estos crímenes de género.
Este acto simbólico subrayó que la lucha por la justicia no puede ser ignorada, y que la sociedad no debe ser indiferente ante la violencia que afecta a las mujeres en el país. Mientras la familia Plazas Maná sigue esperando respuestas, su lucha por la justicia continúa, con la firme esperanza de que, algún día, se sabrá la verdad sobre el destino de Kelly Johanna Plazas Maná.