El presidente Gustavo Petro salió en defensa de su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, tras las declaraciones de María Alejandra Benavides, exasesora de la cartera, quien afirmó que Bonilla tenía conocimiento de presuntas irregularidades en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd). Según Benavides, el ministro habría autorizado el redireccionamiento de contratos por $92.000 millones para asegurar apoyo a las reformas sociales en el Congreso.
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A través de sus redes sociales, Petro calificó a Bonilla como víctima de una “trampa” orquestada desde el Congreso. Además, destacó su gestión en momentos críticos para las finanzas públicas del país, argumentando que la oposición busca debilitar las iniciativas del Gobierno al tiempo que perpetúan prácticas de endeudamiento que, según él, no favorecen a los ciudadanos.
El mandatario también arremetió contra lo que denominó un doble estándar en el tratamiento de casos de corrupción, afirmando que las acciones normales en administraciones pasadas ahora son objeto de investigación bajo su gobierno. Petro sostuvo que su administración se ha caracterizado por permitir investigaciones sin restricciones, diferenciándose de gestiones previas.
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Finalmente, Petro lanzó críticas hacia el presidente del Senado, Efraín Cepeda, atribuyéndole una actitud obstructiva frente a las reformas propuestas. Según el jefe de Estado, la postura del congresista podría generar graves consecuencias fiscales, agudizando las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
