Por los aislamientos, el cuarto mes de 2021 fue históricamente negativo respecto a los de los últimos años. El gasto de los hogares crece en abril 11,4% en términos reales frente al año pasado, pero estamos al 93,4% del gasto de enero de 2020.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Por: Rolando Monje Gómez
Los hogares colombianos gastaron $62,1 billones en abril, con un crecimiento del 11,4% en términos reales respecto al mismo mes del 2020, según el reporte entregado por la firma Raddar. Aunque la cifra es positiva, se refleja un crecimiento importante explicado al comparar cifras negativas que dejaron las condiciones atípicas que impuso a los consumidores el inicio de la pandemia con cuarentenas estrictas y restricciones en ese mes del año anterior.
El reporte mensual señala, sin embargo, que “este crecimiento no es suficiente para nivelarnos con el gasto de enero de 2020 frente al que aún estamos en un 93,4% de esa fecha”.
Según Raddar, se esperaba que estuviera cerca al 98% pero se frenó especialmente por los aislamientos. Efectivamente, hay un crecimiento estadístico pero como hay un efecto base negativo, el ejercicio del informe se compara con enero del 2020.
La colocación crediticia en los hogares por parte de sector financiero en tarjetas de crédito, consumo e hipotecarios creció en abril de 2021 126%, frente al mismo mes del año pasado; el valor de las transacciones con tarjetas de crédito creció 112% en abril, frente al mismo mes del año pasado. Lo que evidencia una dinámica positiva en el mercado de venta de vivienda nueva y usada, como lo ha informado Camacol, y un aumento en la venta de vehículos.
Esto, mostraría un comportamiento favorable hacia la demanda de bienes durables, una variable que es considerada clave en la recuperación de la demanda
El estudio concluye que como muestran los resultados del gasto de los hogares en Colombia, abril de 2021 fue un mes históricamente negativo frente a los últimos años, cuando estábamos esperando una mejor dinámica, pero el aumento de contagios y las medidas para contenerlos llevaron al freno.
Pese a que abril de 2020 fue la caída de gasto de los hogares más grande dentro de los aislamientos, algunas categorías decrecen 12 meses después, como respuesta de los grandes crecimientos que tuvieron; sin embargo en las grandes canastas de gasto, durabilidad y canales, para abril de 2021, ninguna logra los niveles de enero de 2020.
Dentro de la canasta de gasto, que incluye bienes y servicios, aún ninguna de las ciudades principales del país ha recuperado su nivel de gasto, pero en todas la población continúa creciendo, generando que el gasto por persona sea menor que el dato de cada ciudad.
Neiva fue la ciudad que en abril estuvo más cerca del gasto real con el 98,3%, seguido de Villavicencio (95,1%), Cúcuta (94,1%), Montería (93,7%) y Bucaramanga (93,6%). La ciudad que más estuvo alejada del gasto real fue Pasto con 92,2%.
Los efectos de la devaluación del peso continúan golpeando el gasto de los hogares; el peso del gasto en importados se reduce y, la Confianza del Consumidor medida por Fedesarrollo se reduce por esto y la incertidumbre de los paros.
Compradores jóvenes
La colocación crediticia creció 124%, logrando estar 55% por encima de enero de 2020. Todas las canastas de gasto, canales y ciudades siguen por debajo de enero de 2020 en términos reales. Los importados pesan menos en el gasto y la confianza del consumidor se frenó.
Igualmente, llama la atención en que, analizando los datos de los últimos abriles, se puede evidenciar como la composición el mercado cambia en dos tendencias diferentes. La primera es un aumento de la población de bajos ingresos, y la segunda es un crecimiento en los compradores más jóvenes.
Abril de 2020 dejó una fuerte tendencia a la búsqueda de valor en las compras por parte de los hogares, desde los productos más básicos hasta los más complejos; lo que se suma a que el consumidor es aún muy tímido para probar nuevos productos.
Según la evaluación de los datos de los últimos abriles, es claro que la continuidad o fidelidad en los canales de compra no es tan consistente para este mercado y que en 2021 el retorno al canal tradicional puede tener una fuerte relación con la reducción del ingreso de la población.
Igualmente, se observa que las razones de compra cambian continuamente y que lo que ocurrió en 2020 ya quedó atrás; ahora el comprador busca muchos productos por costumbre, lo cual soporta la idea de compras por valor y no por precio, para asegurar una buena transacción.
El informe muestra que cada vez hay más población con ingresos bajos y más personas jóvenes haciendo compras y la gente continúa comprando por valor y no por precio, y son poco dados a buscar nuevas categorías de consumo.
Los canales de compra de cercanía y tradicionales continúan consolidando su posición en los hogares. La gente está comprando por costumbre, buscando cuidar su dinero.
Las marchas no tuvieron un impacto importante en el gasto de los hogares en abril, pero si en los canales de compra, por los cierres el comercio y la pérdida de empleos de esos días. El bienestar percibido de las personas sigue cayendo.
¿Los paros y las marchas han afectado?
Cada vez más, las personas están más interesadas en saber sobre lo que pasa en los paros, desde las fechas, hasta los cierres que esto causa.
Los paros tienen una cronología que ayuda a explicar cómo eran acciones particulares y llegan a consolidarse como un comité nacional de paro.
De manera general se pueden encontrar algunas evidencias: El Paro camionero de 2016 aumentó la inflación, pero está ya venía aumentando.
En cuanto al gasto de hogares, no hay evidencia que los paros afecten de manera importante la dinámica de gasto; aunque de manera temporal durante las protestas, algunas veces se presentan cierres de comercios, cadenas logísticas y eventos, que afectan el mercado.
El vandalismo es un capítulo aparte, porque genera miedo en la población y grandes afectaciones económicas. Las marchas y paros seguirán, como forma de participación democrática.
En el dato diario de la trayectoria del consumo se puede comprender cómo se ha afectado el gasto de los hogares, dejando ver la declaración que hacen de sus compras, en adición a la percepción que tienen de lo que pasa en el país; por eso, los de la última semana de abril, rompen la tendencia al alza, y llevan a indicar a un dato más bajo, que en los momentos más fuertes del aislamiento.
Se evidencia como en los últimos días de abril, los hogares comenzaron a cambiar sus misiones de compra, pedidos y pagos a la canasta básica, reflejando el menor ingreso de los hogares y una compra de “bunker” como las que vimos el año pasado antes de los aislamientos.
También se puede hacer seguimiento de la tendencia de una creciente preferencia por el canal tradicional en las misiones de compra, pedidos y pagos de los hogares, buscando cercanía, precio y valor en los productos y puede verse como la última semana de abril de 2020, los domicilios se redujeron, al igual que las comidas por fuera del hogar, mostrando que los aislamientos y las marcas, si tuvieron en un efecto en los canales de compra.
Así mismo se refleja como el bienestar percibido de las personas encuestadas viene cayendo desde finales de 2020, con una tendencia continua, llegando casi a los mismos niveles de percepción que se dieron en abril de 2020 en el gran aislamiento.