El papa Francisco decidió reformar el Código de Derecho Canónico introduciendo un artículo que contempla la pedofilia y específicamente los delitos de abusos contra los menores cometidos por sacerdotes, una medida exigida hace mucho tiempo por las víctimas y que endurece los castigos.
De esta forma, el delito contra menores queda tipificado en la nueva versión del Código en un canon específico.
Este es un paso más en la batalla que viene adelantando el Sumo Pontífice argentino contra los abusos sexuales de menores dentro de la Iglesia, un fenómeno que ha estado por décadas encubierto por la institución y que ha afectado su imagen y credibilidad.
La reforma del Código de Derecho Canónico anunciada por el Vaticano, amplía los periodos de prescripción y se indemniza a las víctimas.
El papa Francisco quiso revisar la disciplina penal con el fin de agilizar y endurecer las penas contra los sacerdotes que abusan sexualmente de menores y llegar a erradicar la pederastia que sacude desde hace décadas a la Iglesia católica.
Francisco, que prometió tolerancia cero ante la pederastia de los curas, reconoció los daños causados y espera que al tipificar el delito se logre prevenir males mayores y sanar las heridas causadas por la debilidad humana.
Esta es una decisión considerada histórica, ya que era una de las más exigidas a la Iglesia Católica por las asociaciones de víctimas de pederastia y de la que más se habló en la cumbre sobre la protección de menores.
Al terminar con la ley del silencio que reinó por décadas frente a la pederastia de los curas, el Papa se compromete también a dar la debida información a la víctima y a las comunidades afectadas.
La Constitución Apostólica Pascite gregem dei (Apacentad la grey de Dios), que autoriza los cambios, es el primer texto penal católico que amplía la definición de abuso sexual, al reconocer explícitamente que los adultos, y no solo los niños, pueden ser víctimas de sacerdotes y laicos en posiciones de poder.
Muy bien por la decisión del Papa, que por fin la Iglesia se ponga del lado de las víctimas y que se modernice, ya que en este caso el Código de Derecho Canónico fue actualizado por última vez hace casi 40 años y que ha costado numerosas víctimas, numerosos escándalos financieros y de abusos sexuales que han estremecido la Santa Sede en las últimas décadas y de esta forma la Iglesia Católica se adapta a los cambios sociales y a las nuevas necesidades del pueblo de Dios.