Posiciones encontradas ha generado en el Congreso de la República un proyecto de ley de origen gubernamental que pretende regular los mensajes que se transmiten a través de Internet para proteger la integridad de niños, niñas y adolescentes frente a los ciberagresores sexuales.
La iniciativa del Ministerio de las TIC ya comenzó su tránsito legislativo en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes en donde se conocieron opiniones a favor y en contra.
Para varios congresistas se trata de censura de presa previa, pues cualquier información que tenga relación con los menores de edad tiene que ser autorizada primero por un comité de expertos integrado por funcionarios de diferentes entidades estatales.
El representante Germán Navas Talero, del Polo Democrático, también descalificó el proyecto argumentando que el comité clasificaría la información “de acuerdo con sus intereses morales”.
Y puso un ejemplo: “Imagínese qué podrán ver sus hijos si quien decide cómo integrar ese comité fuera (el exprocurador Alejandro) Ordóñez”.
En ese sentido, el congresista de izquierda recordó que en 1948 para la Conferencia Panamericana que se realizó en Bogotá una junta clasificadora de contenidos mandó pintar las estatuas desnudas del Monumento de Banderas del occidente de Bogotá porque “atentaban contra la moral de la ciudad”-.
Pero otra piensa la representante conservadora Adriana Matiz, ponente de la iniciativa, quien descartó que se trate de censura sino de “una exigencia de la Corte Constitucional sobre el Código de Infancia y Adolescencia de hace 12 años”.
Matiz dijo en la Comisión Primera de la Cámara que desde 2019 se han conocido más de 4.000 denuncias por pornografía infantil en Colombia.
Agregó que lo que busca el proyecto es generar mecanismos para la protección de los niños, niñas infantes y adolescentes.
Matiz dijo que no hay cesura previa sino preocupación por el incremento del uso de medios digitales en los se ofrece material inapropiado para la niñez.
