Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Para la sociedad huilense ha sido lamentable recibir la noticia del fallecimiento a los 62 años del distinguido profesional del Derecho, Fernando Rojas Suarez, en la capital de la República. Egresado del Colegio Nocturno José María Garrido, continuo sus estudios superiores en la Universidad Libre donde se destacó como uno de los más distinguidos estudiantes de Derecho. Tuvo siempre la convicción del estudio consciente en esta área de estudio, para colocarla al servicio de los sectores poblacionales más desprotegidos. Por este motivo, regresó a su tierra natal, luego de ocupar algunas posiciones laborales en diversas Comisarías de Bogotá, con el fin de convertirse en uno de los litigantes más prósperos y exitosos en el territorio huilense.
Como lo expresó el Exgobernador Julio Enrique Ortíz Cuenca, durante la ceremonia religiosa donde se desarrollaron las exequias en la Iglesia de Campo Núñez, durante su trasegar por esta vida terrenal, se destacó como un libre pensador, y animador de la vida política donde buscó incursionar en ella. Se destacó por su independencia intelectual y su estilo contestatario por las inequidades sociales y económicas. Interpretaba fielmente a Volteare cuando se refería a que “la política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria”; fue esa reproducción de pensamiento que los hizo pensar la claridad meridiana de sus principios liberales, los que afloraron en la campaña del año 2000, haciendo parte de la lista al Concejo de Neiva, por el movimiento de la Convergencia Liberal, que orientaba el doctor Ortiz Cuenca.
Continuó sus estudios, graduándose como Especialista en Derecho Procesal y Administrativo. Siempre se destacó como un abogado litigante, que dejó una huella imborrable a las nuevas generaciones, por su estirpe y su talante que le permitió escalar posiciones dentro de su ejercicio profesional, que los desempeñó con mucha ética y responsabilidad. Fue un hombre de valores y de principios. A través de su trasegar por la vida pública, siempre se destacó por su liderazgo comunitario, cívico y social, dejando una huella indeleble como ejemplo para las nuevas generaciones, siendo un acérrimo enemigo contra los delitos de la administración pública.
Como vicepresidente de la Sala de Gobierno de la Fundación Jorge Eliecer Gaitán, donde era miembro activo desde el año 1998, contribuyó significativamente a posicionar todas las actividades sociales y comunitarias, que siempre ha caracterizado a esta organización sin ánimo de lucro a favor de la sociedad huilense.
Deja un gran vacío a toda la sociedad huilense. Igualmente, a su familia consanguínea. Deseo expresarle a través de estas líneas de opinión, que me brinda el primer medio escrito del Surcolombiano, el Diario del Huila, nuestros sentimientos de condolencia y aprecio, a Martha, su esposa, junto a sus distinguidos hijos Diego, Carlos Fernando y Mónica, y demás familiares, que lo veían como el vocero auténtico de la familia. Estarás en el reino de los cielos y lo llevaremos en nuestra mente y en nuestro corazón.