El Ministerio de Educación ordenó que todos los establecimientos educativos del país, tanto públicos como privados, deberán volver a clases presenciales sin excepción. El regreso a las aulas será una vez terminen las vacaciones de mitad de año, esto es la próxima semana.
Según se indica en la orden del Ministerio, los docentes no pueden negarse a volver a las clases presenciales, ni quienes tengan comorbilidades o quienes no fueron vacunados contra la covid-19, por decisión propia, ya que quienes no asistan correrían el riesgo de entrar en procesos disciplinarios y no recibir salarios, en el caso de los profesores de instituciones públicas. Esto quedó consignado en un documento con los lineamientos que se deben seguir para la reactivación educativa.
Aunque se han definido algunas excepciones, relacionadas con el covid-19, no habrá alternancia, todos tendrán que ir a las sedes educativas.
En el Huila, la Secretaría de Educación manifestó que todo está listo, los maestros han expresado su inconformidad con el regreso a las aulas, debido al alto riesgo de contagio, sin embargo, indicaron que regresarán a la aulas, no por voluntad propia, sino debido a las amenazas que han recibido por parte de la Procuraduría.
El gremio educativo considera que de esta manera están violentando de manera radical los derechos a la vida y a la salud y será el Gobierno el que debe responder por lo que llegue a suceder frente a esta decisión.
A estas posiciones se suman las de los padres de familia, donde algunos están a favor de que vuelvan a clases presenciales y otros temen de enviar a sus hijos a los colegios y más teniendo en cuenta las altas cifras de contagios que se vienen presentando en las últimas semanas. Además se ha conocido, que así como los maestros han sido amenazados, los padres también lo han sido, diciéndoles que si no envían a sus hijos no harían parte del Plan de Alimentación Escolar, PAE.
La decisión no es fácil, aunque no se comparten las ‘amenazas’, si hay que tener en cuenta la opinión de todas las partes, porque, según los entendidos, es saludable que los niños y jóvenes tengan interacción con sus compañeros y maestros, es tiempo que los padres se tomen un reposo, pero los maestros tienen sus razones en que las medidas de bioseguridad no están muy definidas y de ser así se está exponiendo a toda la comunidad educativa a los contagios. Esta decisión confirma que el cuidado es personal, porque el gobierno hace mucho rato dijo “sálvese quien pueda”.