El fin de semana la ciudad de Neiva fue protagonista de varios hechos de delincuencia que preocupan a la ciudadanía.
Un joven estudiante de medicina fue asesinado por evitar que le robaran el celular, un establecimiento comercial fue asaltado a plena luz del día, otra mujer fue arrastrada por no dejarse quitar sus pertenencias. Estos son solo algunos de los hechos, pero el número de casos diariamente van haciendo mayor la cifra de actos delincuenciales que se presentan en la ciudad.
Difícil situación, el tener que vivir en esta zozobra, donde los delincuentes hacen de las suyas pasando por encima de quien sea, sin importar hora y lugar, pues ya no son ‘trabajos’ nocturnos, es solo aprovechar el momento para dar el zarpazo. Como están las cosas no estamos seguros ni a puerta cerrada.
Frente a estos hechos, la forma más fácil de buscar una solución es señalar al alcalde, que aunque es la máxima autoridad policial en el municipio, son hechos que se salen de sus manos, pues la delincuencia no es solo un hecho de querer hacer el mal, sin que con esto se quiera justificar las acciones de los pillos.
Esto va más allá. Es el reflejo de una sociedad descompuesta, desesperada por las desigualdades, la falta de oportunidades, las altas cifras de desempleo, que en muchos casos estas personas, en su mayoría jóvenes, no encuentran otra salida para conseguir el sustento, que en muchos casos son el soporte de sus hogares.
Tampoco hay que desconocer, que en muchas ocasiones estas acciones son producto del efecto de las drogas, otro flagelo que consume a muchos jóvenes, no solo en Neiva sino en todo el país y que en vista del desespero por lograr proveerse de sus dosis personales, toman decisiones que terminan afectando a toda la sociedad.
¿Qué hacer ante la situación? Consideramos que éste no es problema de fácil solución. Por lo pronto sería aumentar los operativos policiales, para tratar de contrarrestar en algo a los delincuentes, esto mientras nos sentamos a pensar en las soluciones de los problemas de fondo, porque mientras no existan oportunidades sobre lo básico, imposible pensar en que tanto la delincuencia como la drogadicción van a disminuir.
De no tomar las riendas sobre estos temas estaríamos dando vueltas y vueltas sobre un mismo punto y cada vez que ocurra un nuevo hecho terminaremos como siempre haciendo señalamientos, hacia el lado equivocado. Este es un problema de todos, por tanto las soluciones serán entre todos.