El escritor y periodista Germán Castro Caycedo manifestó durante una entrevista que su «inspiración sale de los titulares de los periódicos, pues hay cosas que tienen ribetes novelescos. Nuestra realidad va más allá de la novela…Los periodistas estamos condenados a publicar lo que sucede. Lo que pasa es que en este país las cosas no son truculentas. Son crueles».
Castro Caycedo falleció ayer, dejando un gran legado al periodismo y a la literatura colombianas, un amplio número de historias que se conocieron a través de su pluma. Las huellas que deja en la literatura y en el periodismo son imborrables, reflejadas en sus más de 34 libros publicados, que se convirtieron muchos de ellos en best sellers, no solo por sus ventas sino por la forma tan natural como contaba sus historias.
Su consagración como periodista y escritor llegó cuando publicó su primer libro: ‘Colombia amarga’, después vinieron ‘Colombia X’, ‘Mi alma se la dejo al diablo’, ‘Perdido en el Amazonas’, ‘El Karina’, ‘La bruja: coca, política y demonio’, ‘El hueco’, ‘El cachaladrán amarillo’, ‘Sin tregua’ y ‘Operación Pablo Escobar’, que fueron traducidas a idiomas como inglés, francés, japonés y húngaro. Sin ser un autor de ficción, llegó a vender más de un millón de copias de sus textos en Colombia. Dicen que escribió tanto en su vida, desde los siete años de edad, que solo le faltó su autobiografía, la que jamás se sintió con el derecho de escribir.
Como escritor aficionado se vinculó para redactar noticias en medios como Deporte Gráfico, El Tiempo y La República antes de consolidar su carrera en la televisión colombiana con ‘Enviado especial’, primer espacio periodístico en realizarse en exteriores, con mucha profundidad, en el que presentaba investigaciones y denuncias producto de su trabajo, marcando durante dos décadas un cambio en el periodismo televisivo colombiano.
Por su trabajo periodístico y literario Castro Caycedo recibió, entre otros galardones, el Premio América Latina SIP Mergenthaler en 1974, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 1976 y el Premio Rodolfo Walsh en la categoría ‘Mejor libro de No Ficción del año publicado en España’ en 1999 por su obra ‘El Karina’.
Germán Castro se convirtió en uno de los maestros del periodismo narrativo en Colombia, por lo que su muerte deja un gran vacío no solo en el mundo de la literatura, sino en el periodismo, hoy ávidos de plumas que cuenten historias desde la realidad, llenas de verdad.
Descanse en paz, maestro.