Campos de palabra
Nunca antes había sido tan necesario el reencuentro con la conversación, la búsqueda de la identidad y el diálogo con nuestros semejantes. Ha sido una pandemia la que nos ha recordado el valor de un libro y la necesidad de una historia en boca de los abuelos. Ha sido una cuarentena la que nos ha hecho extrañar los lugares de encuentro, los eventos masivos y para algunos, extrañar las bibliotecas.
El Huila cuenta con 42 Bibliotecas Públicas que hacen parte de la Red de Bibliotecas Públicas del Huila, lideradas por la Secretaría de Cultura y Turismo y que tienen un trabajo bien significativo en cada municipio. Pero al estar ubicadas en las cabeceras de cada localidad, está bibliotecas no siempre están al alcance de las comunidades campesinas. Es por ello que nacen la BRI, Bibliotecas Rurales Itinerantes, una iniciativa que, a través de convocatoria pública, permite que la biblioteca llegue al campo huilense.
Este año seis municipios fueron los beneficiarios, gracias a la gestión de los bibliotecarios y de la comunidad.
De este modo, Palermo, Baraya, Rivera, Hobo, Gigante y San Agustín tendrán en una de sus veredas una BRI, programa del Ministerio de Cultura y el Plan Nacional de Lectura Leer es mi cuento. Hasta allí, estará llegando el enamoramiento por los libros pero también un proceso de formación para las comunidades locales que quieran llegar a ser mediadores de lectura.
Aquí, en mi vereda, en la inspección de El Juncal, municipio de Palermo, el paisaje y la laguna están de fiesta. Los jóvenes están recopilando historias, hablando con sus abuelos y buscando recuerdos como si coleccionaran libros. Esta semilla de biblioteca es una semilla de esperanza, de renovación comunitaria, de unión generacional en un pueblo donde se ha olvidado el valor de la palabra.
Aún no hay paredes y los libros son muy pocos pero la gente, esa sabiduría en movimiento que somos cada uno de nosotros está sirviendo de cimiento a nuestra nueva biblioteca, en esta reconstrucción de sociedad donde la cultura, la educación y el arte son fundamentales. Bienvenidas las bibliotecas rurales y bienvenidos también, sus lectores y amigos.
