El Nuevo Liberalismo. ¿Renacerán las ideas Galán?
En 1.981 Rodrigo Lara Bonilla ejercía como senador por el Huila y, quien esto escribe su suplente; en aquella época coincidimos en el congreso de la republica con ilustres dirigentes liberales que manifestaban su descontento con lo que venía ocurriendo al interior de la colectividad por el abusivo clientelismo oficial en favor de una tendencia del partido. Recuerdo a los senadores Luis Carlos Galán Sarmiento de Santander, Luis Villar Borda, Enrique Pardo Parra, Álvaro García Herrera de Cundinamarca, Rafael Caicedo Espinosa del Tolima, Roberto Arenas Bonilla y Álvaro Uribe Rueda de Bogotá, entre otros, amigos del expresidente Carlos Lleras Restrepo quien a través de su revista semanal, Nueva Frontera, en sus editoriales advertía sobre la necesidad de organizar un grupo de dirigentes políticos que pudieran oponerse a las pretensiones, de dominio público, del expresidente López Michelsen de presentarse a las elecciones presidenciales de 1.982 para buscar su reelección. En el pequeño restaurante de doña Amanda Avellaneda en el barrio Quiroga se reunieron nuestros amigos en un día histórico de 1.981, y desde allí lanzaron a la palestra el movimiento disidente de orientación liberal al que llamaron Nuevo Liberalismo, bajo la jefatura única de Luis Carlos Galán, la orientación de Carlos Lleras y la dirección política de Rodrigo Lara. Las ideas de Galán fructificaron y le dieron aliento al proyecto político que los congrego. Resulta que ahora, 33 años después, por decisión de la Corte la personería jurídica del Nuevo Liberalismo cobra nuevamente su vigencia. Es bueno saber que se trata del mismo partido que a finales de los 80,s en asamblea general celebrada en el salón elíptico del congreso de colombia se reunió para tomar la decisión de incorporarse al liberalismo, renunciando a su personería legal y, para darle cristiana sepultura. La propuesta de desistir del Nuevo Liberalismo la formuló Galán, inspirador de las ideas que le dieron grandeza al movimiento durante más de diez años. La razón para tomar el camino de echar marcha atrás con el partido se debió a la necesidad de reconocer que la figura de Galán había trascendido a la colectividad y, en consecuencia, la dirección Nacional Liberal enterada de la realidad nacional tomo la iniciativa de invitarlo para que asistiera a la convención de Cartagena. En ese solemne acto conocí la grandeza del caudillo y, se atisbo la dimensión del Estadista. En la misma reunión, el liberalismo aclamo como jefe único al expresidente Julio Cesar Turbay Ayala, quien a su vez convocó la convención nacional para unos meses más tarde. La importancia de Galán y la aceptación de su propuesta se advirtió en la asamblea colectiva cuando lo acogió, mayoritariamente, como el candidato con mayor opción de ganar y, virtual presidente de Colombia. La unidad y el triunfo estaban cantados, pero los violentos movieron sus hordas asesinas y resolvieron atentar contra su vida durante una manifestación en Soacha, en donde fue acribillado cobardemente. Hoy sus hijos Juan Manuel y Carlos Fernando han conseguido que la Corte ordene entregar nuevamente la legalidad al Nuevo Liberalismo. Ellos, sus vástagos, se encargarán de que las ideas que engrandecieron a su padre perseveren, y adquieren el encargo y la responsabilidad de conducirlo a mejores destinos. Los viejos amigos del caudillo, como es mi caso, esperamos que sea para bien del país y, no sirva solo para una coyuntura electoral. ¿Evitaran Juan Manuel y Carlos Fernando que los vicios de la política lo envilezcan? Hay una célebre frase que pronunció el Dr Carlos Lleras Restrepo en Campoalegre, en 1.983 en la plaza principal ante miles de nuestros seguidores que recobra mucha importancia: “Me preguntan, dijo Lleras, ¿qué es el Nuevo Liberalismo? Yo les respondo: es el mismo viejo partido liberal de Olaya, de Gaitán y de López Pumarejo, que quiere limpiarle la capa de suciedad con la que lo han enlodado quienes lo han dirigido en estos últimos años”.