La ciberseguridad federal y la gestión de riesgos del manejo de datos cada vez adquieren mayor importancia. El sistema federal de seguridad cibernética reconoce qué Estados Unidos todavía mantiene un alto nivel de riesgo según informe que entregó al Senado. En los últimos dos años los violadores de los espacios cibernéticos, los hacker, han perpetrado daños más severos al sistema de redes, computadoras y dispositivos móviles que todo lo ocurrido en la historia anterior.
En 2020 hubo más de 31.000 incidentes contra la seguridad informática que fueron atendidos por el Gobierno Federal. El nivel de atención requerida de las autoridades se ha redoblado y han debido reconocer que no estaban preparados para la magnitud del daño que han ocasionado estos alteradores, o hackers, que invaden ilegalmente las redes, y las desfalcan sin control. Un atentado a la soberanía.
El sistema de protección de las redes es muy débil, y muchos no utilizan adecuadamente las aplicaciones de seguridad sugeridas por los fabricantes y mucho menos las han actualizado. Estas han ido mejorando y perfeccionando, pero, no lo suficiente ni los dueños de computadores las actualizan, a pesar de las recomendaciones claras que hacen los vendedores.
Muchos ni siquiera han puesto los sistemas de control recomendados. Las agencias que estudian la invulnerabilidad de los equipos de computación del gobierno y de sus sistemas de transporte, agricultura, energía, o sea, todo el aparato del estado, reconocen que se han hecho muy pocos esfuerzos por implementar un mejoramiento de su integridad.
Por eso, las agencias de seguridad del estado han prendido alarmas y necesitan dar un vuelco y anuncian la unión de todas sus organizaciones para construir un gran sistema unificado de defensa, fruto de la colaboración de todos. Es lo que se está impulsando. Tienen que diseñar e implementar un sistema de defensa mucho más robusto, organizado, ordenado técnicamente y jurídicamente, que facilite una acción coordinada.
La defensa del sistema de redes de computadores de la banca y de los organismos de investigación están perdiendo la guerra. También se han unido a estos esfuerzos la red de servicios de Amazon, AT&T, Cross Strive, Google, Microsoft, el Palo Alto networks, el sistema de defensa de Estados Unidos y el Departamento de Justicia. Todos trabajan unidos para evitar mayor daño. Mientras el Senado recibe todas estas inquietudes de los sistemas de seguridad que deben perfeccionar las agencias de gobierno, los riesgos han aumentado ostensiblemente y han impactado tanto a las organizaciones como a individuos del sector público y privado.
Los ataques cibernéticos son cada vez más complejos con un profundo conocimiento de las debilidades de los sistemas de computación y de la inteligencia artificial. Los procesos de computación han sido definidos como muy débiles, vulnerables que requieren de un mejoramiento de los Software de seguridad que impidan que los procesos de actualización de los equipos se vuelvan críticos y es indispensable que puedan mitigar los riesgos.
Mientras más se desarrollan nuevos equipos más se nota la deficiencia de los servicios de seguridad, por su gran fragilidad y la falta de un sistema que verifique detalles y resultados en las operaciones financieras, por ejemplo, autenticación de firmas. Todavía no se ha llegado al nivel de tecnologías necesarias para la protección. En cambio, van con mayor rapidez y exactitud los hackers que vulneran todos los sistemas de seguridad. El desafío es construir unas técnicas de defensa a la altura de una gestión de riesgo que brinde total tranquilidad.