DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Rolando Monje Gómez
El déficit habitacional es la suma de dos indicadores: déficit cuantitativo y déficit cualitativo. Cada uno de estos indicadores tiene diferentes criterios de medición. En 2020, el 31,4% de los hogares del país se encontraban en déficit habitacional (23,4% en déficit cualitativo y el 8,0% en déficit cuantitativo).
El déficit habitacional comprende dos tipos o formas: el déficit cuantitativo y el déficit cualitativo. Cada uno de ellos tiene un grupo de componentes que permite identificar deficiencias de carácter estructural y no estructural de las viviendas. Los componentes de cada tipo tienen diferentes criterios de cálculo, dependiendo del dominio geográfico en el que se encuentran los hogares, ya sea en las cabeceras, los centros poblados o el área rural dispersa.
A través del déficit cuantitativo, se identifica a los hogares que habitan en viviendas con deficiencias estructurales y de espacio, para las cuales, según la metodología 2020, “se hace necesario adicionar nuevas viviendas al stock total de viviendas del país de tal forma que exista una relación uno a uno entre la cantidad de viviendas adecuadas y los hogares que requieren alojamiento”. Las deficiencias estructurales y de espacio que se identifican con este indicador, no se pueden mejorar para lograr salir de la condición de déficit.
Por su parte, el déficit cualitativo identifica a los hogares que habitan en viviendas con deficiencias no estructurales y para las cuales es posible hacer mejoramientos o ajustes y lograr así las condiciones adecuadas de habitabilidad. Ya que es posible encontrar hogares que habiten en viviendas en las que se identifiquen deficiencias estructurales y de espacio, así como deficiencias no estructurales, la metodología 2020 está diseñada para que los cálculos del déficit cuantitativo y el déficit cualitativo sean excluyentes.
En este sentido, si se identifica un hogar en déficit cuantitativo, no se contabiliza en el déficit cualitativo. De acuerdo con la ECV 2020, el total de hogares que habitaban en viviendas distintas de tradicional indígena era de 16.252 miles. De esos hogares, 5.103 miles se encontraban en déficit habitacional, que para el total nacional corresponde al 31,4%, dato inferior al registrado en 2019 que fue de 32,8%.
Por tipo de déficit, para el total nacional se observa que en 2020 el 8,0% de los hogares se encontraba en déficit cuantitativo y el 23,4% en déficit cualitativo, comportamiento similar al registrado en 2019, donde la proporción de hogares en déficit cuantitativo fue de 8,2% y en déficit cualitativo el 24,6%.
Al revisar los resultados por áreas, se observa que en las cabeceras el 21,6% de los hogares se encontraba en déficit habitacional, mientras que en los centros poblados y rural disperso la proporción fue 64,5% de los hogares.
El análisis por tipo de déficit y área muestra que la proporción de hogares en déficit cuantitativo en centros poblados y rural disperso (20,9%) fue casi cinco veces superior que en cabecera (4,2%).
Un comportamiento similar se observa para los hogares en déficit cualitativo, que en los centros poblados y rural disperso fue de 43,6%, mientras que en cabecera alcanzó 17,4%.
La revisión de los resultados departamentales para el déficit habitacional muestra que Vichada es el departamento con el mayor porcentaje de hogares en esta condición (94,2%), seguido por San Andrés (92,2%) y Chocó (90,6%), mientras que Bogotá (12,7%), Quindío (14,1%) y Valle (16,8%) tienen los menores porcentajes. Solo Bogotá y 10 de los 32 departamentos del país presentan un porcentaje de hogares en déficit habitacional inferior al total nacional (31,4%).
Déficit cuantitativo
Con el déficit cuantitativo se identifican hogares que habitan en viviendas que presentan deficiencias estructurales y que por esta razón no cumplen con los estándares que garanticen su habitabilidad. Los componentes de este indicador están relacionados con la estructura de la vivienda (tipo de vivienda y material de las paredes), condiciones de cohabitación y presencia de hacinamiento no mitigable.
En 2020 de los 16.252 miles de hogares que habitaban en viviendas distintas de tradicional indígena en el país, 1.303 miles estaban en déficit cuantitativo, que corresponde al 8,0% de esos hogares.
Los resultados por área muestran una mayor cantidad de hogares con deficiencias en el material de las paredes tanto en las cabeceras como en los centros poblados y rural disperso, con 356 y 751 miles de hogares respectivamente.
Por departamentos los resultados del déficit cuantitativo muestran que en Vaupés y en Amazonas más del 50% de los hogares habitaban en viviendas en condiciones inadecuadas estructuralmente y se ubicaban principalmente en los centros poblados y rural disperso. En contraste, en Boyacá y Cundinamarca solo el 1,3% y el 1,9% de los hogares, respectivamente, presentaban deficiencias estructurales en las viviendas que habitaban.
La distribución de los departamentos según la proporción de hogares en déficit cuantitativo, en donde se hace evidente que las viviendas que presentan deficiencias estructurales se encuentran concentradas en Vaupés, Amazonas, Chocó, Guainía y Guaviare, que corresponden a departamentos de las regiones Orinoquia-Amazonia y Pacífica.
Déficit cualitativo
A diferencia del déficit cuantitativo, con el déficit cualitativo se identifican aquellos hogares que habitan en viviendas con deficiencias que no son de carácter estructural, para las que es posible realizar ajustes o algún tipo de intervención para dar solución a ese tipo de problemas.
Dentro de los componentes de este indicador están el hacinamiento mitigable, el material de los pisos de la vivienda, el lugar en el que se preparan los alimentos y el acceso a servicios públicos tales como acueducto, fuentes de agua para preparar alimentos, alcantarillado, energía eléctrica y recolección de basuras.
Este indicador permite hacer seguimiento a los programas de mejoramiento de las viviendas por parte del Gobierno nacional y las autoridades locales. De acuerdo con la ECV 2020, para el total nacional se encontraron 3.800 miles de hogares en déficit cualitativo, que corresponden al 23,4% del total de hogares que habitan en viviendas distintas de tradicional indígena (16.252 miles).
Al revisar los componentes del déficit cualitativo por área, se observa una mayor cantidad de hogares con hacinamiento mitigable en cabeceras (1.349 miles), mientras que en los centros poblados y rural disperso el componente relacionado con las fuentes de agua para preparar alimentos es el que presenta una mayor cantidad de hogares con este tipo de deficiencia de carácter no estructural o cualitativo (762 miles).
La cantidad y el porcentaje de hogares por departamento en déficit cualitativo. Los departamentos que tuvieron mayor proporción de hogares que habitan en viviendas con al menos una deficiencia de tipo no estructural o cualitativa son San Andrés (79,9%), Vichada (60,9%), Sucre (57,3%) y Magdalena (53,1%). Para los anteriores departamentos, este tipo de deficiencias de carácter no estructural se observan principalmente en hogares de las cabeceras.
El déficit cualitativo está más concentrado en algunos departamentos ubicados en la región Caribe, San Andrés y Vichada, donde más del 50% de los hogares habitaba en viviendas con deficiencias no estructurales, en tanto que en departamentos como Vaupés y Amazonas los porcentajes son inferiores para este indicador, en comparación con el déficit cuantitativo. Esto obedece a que los déficit cuantitativo y cualitativo son excluyentes, es decir, cuando se identifican hogares en el déficit cuantitativo, no se incluyen en los cálculos del déficit cualitativo.