Como lo sabe la opinión pública, desde el 11 de febrero de este año, una coalición política integrada por partidos políticos y movimientos sociales de izquierda, centro izquierda y liberales socialdemócratas, liderada por Gustavo Petro, el ciudadano con mayores posibilidades de llegar a la presidencia según todas las encuestas, crearon el Pacto Histórico por Colombia, que tiene como misión lograr la mayoría en el Congreso de la República que le permita realizar una verdadera transformación legislativa en beneficio de pueblo colombiano, habilitando su participación directa como soberano para diseñar su propio destino, presentando además una propuesta de poder construida por las bases sociales, y por supuesto, ganar la presidencia, para de esta manera darle un giro radical al ejercicio envilecido de la política tradicional y del Gobierno.
En suma, y para que lo entienda todo el pueblo colombiano que está invitado a hacer parte de este pacto histórico, cansado de la corrupción, la violencia y la depredación de la clase política que nos ha malgobernado durante 200 años, se trata de revolucionar democráticamente el ejercicio del poder político para que quede realmente en manos de las bases sociales sempiternamente abandonadas y despreciadas por todos los gobiernos como lo hace el actual derechista y marrullero de Duque, como oposición al siniestro pacto histórico de vieja data de los partidos tradicionales y las oligarquías de siempre para repartirse el país metiendo miedo, que les ha permitido reinar políticamente en su exclusivo beneficio en detrimento de los colombianos sumidos en la violencia, la desigualdad y la miseria, para hacer realidad lo que quería Jorge Eliecer Gaitán, de demostrar por fin que el pueblo manda y ordena y no es más una multitud anónima de siervos.
Y esa es una gesta política grande no exenta de riesgos frente a un establecimiento vitando que ha asesinado a sus más destacados líderes políticos como lo hicieron con Gaitán para instaurar gobiernos fascistas, que requiere mucha disciplina política y social desprovista de las mezquindades de la política tradicional para lograr esa unidad que demanda el pacto histórico en su misión de salvación nacional, que ha de reflejarse en la confección de listas al Congreso que deben ser cerradas con líderes políticos y sociales destacados, que solo piensen en su compromiso con el agobiado pueblo colombiano y no en su figuración personal, y en el apoyo irrestricto del líder de ese pacto histórico para que llegue a la presidencia ojalá en primera vuelta, para evitar que se pueda malograr esa rebelión democrática frente a la unidad de los candidatos del establecimiento con cualquier maquillaje que se presenten, que será monolítica para tratar de atajarla y continuar con su perversa vigencia.
Escolio. La designación de Carrasquilla, el verdadero vándalo autor intelectual de la violencia y los desmanes del régimen, como codirector del Banco de la República, y el respaldo a la corrupción de la ministra de las TIC, constituye un desafío a la sociedad decente que debe ser respondido contundentemente en las urnas para derrotar el cinismo y la altanería del establecimiento corrupto que Duque representa.
