Con solo una semana de haber anunciado su aspiración presidencial, se ha convertido en el centro del debate político. Lo más curioso unir a la izquierda y derecha para criticarlo a fondo. Es Alejandro Gaviria un candidato que atrae a todos los sectores. Partidos, dirigentes, académicos y periodistas que han venido manifestando el apoyo al ex rector de la universidad de los Andes. En tan solo pocos días de estar en la palestra y anunciar su iniciativa ciudadana de recolección de firmas (millón doscientas mil), es un verdadero fenómeno político, muy seguramente empezara a registrar en las encuestas en los primeros lugares de aceptación.
Este economista de 55 años y de origen chileno, viene planteando bajo los 60 puntos de propuesta un país con profundos cambios y reformas a las políticas públicas que necesita el país. De estirpe liberal, abiertamente ateo y declarado extremadamente de centro. Dice estar lejos de los extremos y que su discurso no evocara a ninguna persona o dirigente. Un mensaje esperanzador en un país cansado de la polarización. El ex ministro de Salud de Santos ha sabido leer muy bien la coyuntura.
Ha desinflado a Sergio Fajardo por dentro y por fuera. Es un hombre que inspira con su inteligencia y su exquisito discurso. Ha Rodolfo Hernández lo tiene en jaque porque es un hombre moderado y sin tapujos. Los uribistas inconformes lo ven como el capaz de derrotar a Petro. Y los que estaban pensando en votar por Petro, lo ven como el político diferente e independiente. Está causando lo que logro hacer Joe Biden entre el extremo mensaje de Donald Trump y el radical discurso de Bernie Sanders.
Solo de él y nadie más depende el éxito de su campaña. La coalición de la esperanza ya lo invito a dialogar. El nuevo liberalismo celebro su decisión y muchos verdes ya aterrizaron en esas toldas. Tiene que cometer el menor número de errores posibles, para no caer en los elogios desafortunados a Carrasquilla, y más que un mezquino mensaje de oposición, debe entrar a proponer con innovación política, el país que está necesitando Colombia.
Ya propone una campaña de 4 C, coraje para enfrentarse a los poderes paralizantes en Colombia a través de una fuerza transformadora, la cohesión para generar el empoderamiento de los ciudadanos para la transformación social, tercero la confianza para volver a creer en las instituciones y por último cultura para encontrar la unión y la motivación para construir. Tendrá grandes retos, como llegar con ese mensaje al sur del país, el caribe y el voto costeño. Y saber cautivar en el país del sagrado corazón a los que no ven con muy buenos ojos, un candidato abiertamente que no cree en la divina providencia como el mismo lo define.