DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Brayan Smith Sánchez
El asentamiento Primero de Enero, ubicado en el municipio de Acevedo – Huila, no puede ser desalojado debido a que en la jurisdicción no cuentan con los suficientes requerimientos para realizar dicha acción. Ante la situación los habitantes del sector se encuentran a la expectativa de lo que pueda ocurrir y decidir el mandatario local.
En las últimas horas por diferentes medios de comunicación regionales del departamento del Huila se emitió una información la cual consistía en que una caravana compuesta por dos tanquetas, tres buses y camiones tipo turbos con efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), viajaban en horas de la noche por la vía que de Gigante conduce a el municipio de Acevedo sur de la región con destino al asentamiento Primero de Enero.
Este lugar ubicado en la vereda San Antonio del municipio de Acevedo, es un conglomerado de personas en su mayoría en situación de desplazamiento y pobreza, sobre las estribaciones de la cordillera oriental y su ramal llamado Serranía de la Ceja, cerca al puente Pilato donde anteriormente existía el Hogar Juvenil.
Contexto
Este sitio según habitantes del sector fue habitado desde el primero de enero del año 2018, cuando la alcaldesa de ese tiempo Luzdey Artunduaga Castro dio el permiso, “todo empezó el primero de enero del 2018, la gente que iba a empezar a invadir el lugar le preguntaron a ella que si podían ocupar ese terreno y efectivamente respondió si, que no pasaba nada, entonces empezaron a invadir y empezaron a construir poco a poco”, expresó Karoll Ordoñez habitante del municipio.
En una área sub urbana del municipio, cruzando el río Suaza y separado del casco urbano por un puente, más de mil familias, desde hace cerca de dos años optaron por ocupar los predios de lo que un día fue el Hogar Juvenil Campesino De Acevedo, cuya obra fue el fruto de un sacerdote hoy difunto.
Desde 1996 esta obra educativa consolidada por personas prestantes de la época en el municipio y con los aportes de todos los habitantes que quisieron o sintieron el deseo de hacer realidad la posibilidad de que los jóvenes acevedunos tuvieran un lugar donde capacitarse en labores tecnificadas del campo, se detuvo, las hermanas de la caridad, encargadas de las labores académicas fueron retiradas de la institución quedando sin maestros para continuar la labor.
Pasaron más de dos décadas de abandono, hasta que en el pueblo se comenzó a hacer circular el rumor que un grupo de personas habitantes de Acevedo, se habían declarado dueños de esos terrenos; terrenos que fueron adquiridos con recursos de todos y que según los estatutos registrados ante la secretaría de Gobierno Departamental, en el año 1973, de llegarse a liquidar esta ESAL, los terrenos pasarían a ser para el uso y disfrute de los campesinos necesitados del municipio, si no se disponía de otro uso por parte del liquidador, cosa que a la fecha no ha sucedido, pero que en cambio sí han realizado los centenares de personas en situación de vulnerabilidad que hoy ocupan los predios.
Número de habitantes
Las cifras de cuántas personas se estarían viendo afectadas si se presenta este desalojo en el asentamiento Primero de Enero, serian alrededor de 663 familias, sin embargo, el dato no es oficial debido a que la jurisdicción ha realizado censos por personas particulares de los cuales no han sido concretos, ya que estos no concuerdan, pero la Gobernación del Huila afirma que el 80% de los habitantes tienen casa propia.
Afirma Alfonso Martínez, representante de la comunidad del sector 2 y vicepresidente del asentamiento Primero de Enero, que se encuentran inconformes con dicha situación y por ello han interpuesto una tutela.
“Somos una comunidad demasiado grande y por ello una persona no puede liderar, entonces tenemos en total cinco sectores y cada uno de ellos tiene una junta representativa de dirigentes. Nosotros estamos inconformes sobre el atropello que está haciendo el señor alcalde que pronuncia que vamos a tener un desalojo y en el momento pusimos una tutela que nos están amparando, por el desalojo a la fuerza que no lo deben hacer y que debe ser un desalojo voluntario y este debe crear un plan de contención para toda la comunidad que habitamos en el asentamiento”, dijo.
Es por ello que las familias que habitan ese terreno se han alertado, pues el alcalde del municipio Gentil Tapiero, impartió mediante decreto fuertes medidas que comprenden desde toque de queda y ley seca, hasta la cancelación de clases en colegios y escuelas durante la semana, ante la posible intervención de la fuerza pública que podría evocar en desmanes y enfrentamientos.
Durante la tarde de ayer en Acevedo se vivió, distintas reuniones para contener dicha situación, debido a que no habían garantías eficaces para el desplazamiento, “para realizar el desalojo debe realizarse primero un censo, se debe garantizar el acceso a los programas de vivienda y bienestar que ofrece el municipio y otros programas que le permitan a la persona algún tipo de beneficio para la subsistencia, el acompañamiento de bienestar familiar y durante un año a las personas que estaban vinculadas en la acción de tutela debe hacer un acompañamiento para que ellos logren vincularse establecerse y recibir el beneficio de casa digna y eso no lo ha hecho el alcalde, no ha construido el refugio que le ordene el juez que debe tener antes de proceder dicho actuar”, indicó William Cuellar Soto, miembro de la mesa amplia de resistencia del Huila.
Pese a las condiciones y acciones que se interpusieron para detener el desalojo de los habitantes del Primero de Enero, el alcalde de Acevedo Gentil Tapiero, según William Cuellar Soto está decidido a realizar dicha acción, por lo que en la noche del 13 de septiembre en la jurisdicción fuentes había 5 turbos dónde transportan agentes de la fuerza pública, 2 tanquetas, 5 patrullas y alrededor de tres carros de inteligencia.
Hasta el cierre de esta edición Diario del Huila se intentó comunicar con el alcalde del municipio Gentil Tapiero Buitrago, para dialogar sobre la decisión si desalojar o no a los habitantes del sector, sin embargo, no hubo una respuesta oficial del mandatario, por lo tanto la orden de desalojo se mantenía.
Según la comunidad, el alcalde Gentil Tapiero quien ha tenido que frenar el desalojo ya en cinco oportunidades por falta de organización, logística y fuerza disponible, se ha dedicado a defender intereses de particulares, al pretender entregar estas 36 hectáreas a un grupo de particulares.
Finalmente, este medio de comunicación conoció que los habitantes durante el transcurso de la noche se turnaron para hacer guardia y estar prevenidos ante cualquier movimiento que realice la fuerza pública para acceder al asentamiento, la situación para el sector en general es de incertidumbre, preocupación y zozobra.