Especial, Diario del Huila
El vaticanista italiano Andrea Gagliarducci de ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, analiza los viajes que podría realizar el Papa Francisco este 2021, comenzando por la visita apostólica a Irak en marzo y que fue anunciada oficialmente por la Santa Sede.
Si bien todo dependerá de la pandemia del coronavirus, hay otros dos posibles destinos del Santo Padre: Líbano y Sudán del Sur. La intención de ir al primero la expresó el Papa en su mensaje de saludo por Navidad a los libaneses, mientras que el proyecto ecuménico de visitar el país africano se expresó en una carta firmada con el primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, y con el moderador de la asamblea de la Iglesia de Escocia, el reverendo Martin Fair.
“Las voces hablan de un posible viaje a Kazajstán y de uno a Serbia, que se agregaría al de Irak”, afirma Gagliarducci.
En Irak el Santo Padre visitará la ciudad de Ur de Caldea, desde donde Abraham partió a la tierra prometida y donde habrá una celebración interreligiosa. También a Mosul y a Qaraqosh en la Llanura del Nínive, ciudades en reconstrucción luego de ser arrasadas por los terroristas musulmanes del Estado Islámico (ISIS); y a Erbil, que fue el lugar adonde huyeron miles de desplazados por ISIS.
Sobre la posibilidad del viaje del Papa a Kazajstán ha hablado Alibek Bakayev, embajador del país asiático ante la Santa Sede, que presentó sus cartas credenciales al Pontífice el pasado 4 de diciembre.
Para este año está programado el séptimo Congreso de Líderes del Mundo y de las Religiones Tradicionales, en el que podría estar presente el Santo Padre.
En diálogo con EWTN en 2020, el embajador dijo que “hay grandes esperanzas para que haya una ventana en la agenda del Papa para visitar Kazajstán en el curso del próximo año. La visita se daría en el vigésimo aniversario de la primera visita de un Papa al país”, en referencia a la visita de San Juan Pablo II en 2001.
Gagliarducci precisa que Nur-Sultan, capital de Kazajstán, podría ser “el territorio neutral para un segundo encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca ortodoxo de Moscú, Kiril, luego del primero que se dio en el aeropuerto de La Habana en febrero de 2016”.
También está la posibilidad de un viaje a Serbia, “que parece el más complicado. No hay aún confirmaciones oficiales sobre un comité de preparación para el viaje pero todos los indicios parecen indicar que el Papa realmente considera el posible viaje”, dice el vaticanista.
“Si el viaje del Papa a Belgrado se realiza, sería el primero de un Papa al país”, agrega.
“Sería un viaje posible incluso con las restricciones del COVID-19 porque no habría encuentros multitudinarios ya que la mayoría serbia es ortodoxa, y no sería un viaje largo porque se podría hacer en un solo día”, explica Gagliarducci.
Asimismo, existe la posibilidad de un viaje a Bielorrusia, donde el presidente Aleksaner Lukashenko quisiera tener al Papa “para reforzar su liderazgo. Ahora parece estar fortalecido por el hecho de que el Papa Francisco aceptó la renuncia del Arzobispo de Minsk, Mons. Tadesuz Kondrusiewicz, quien cumplió 75 años el pasado 3 de enero. Mons. Kondrusiewicz estaba en el exilio y la Santa Sede intentó varias veces que retornara al país, lo que se logró en las últimas negociaciones”.
El vaticanista explicó que no se sabe si se programará alguno de los viajes que se había previsto para 2020 como el de Malta. Había además otro más extenso que tenía como destinos Indonesia, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea; y uno más a Grecia, Montenegro y Chipre. Sin embargo este último “aún podría darse”.
“Finalmente está Hungría, pero no se sabe si el Papa irá a Budapest para el Congreso Eucarístico Internacional como estaba previsto el año pasado”.
Aunque un posible viaje a España se podría dar en 2022, “es posible que no sea una prioridad la visita a Ávila” luego de la invitación oficial al Santo Padre por parte del Obispo, Mons. José María Gil Tamayo, para que vaya a la ciudad en diciembre de ese año para celebrar los 400 años de la canonización de varios santos españoles: Santa Teresa de Ávila, San Isidro Labrador, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, estos dos últimos jesuitas como el Papa.
“Si se diera el viaje, podría ir el Papa también a Manresa, lugar vinculado a San Ignacio, fundador de los jesuitas”, explica Gagliarducci.