Tengo que decir, que tuve la oportunidad de compartir los últimos días de su vida, al compás de un sin número de “tintos” y algunas cervezas, su visión de país, Su inalcanzable preocupación por la transformación social de un país que posee una grave crisis de liderazgo y una desintitucionalidad.
Llegó al Huila hace más de 40 años con la misión de hacer parte de las mesas de concertación de la constituyente del 91, construir las mesas de paz con el M-19 y su principal misión tejer los mejores liderazgos desde el partido verde, donde bajo la delegación de su gran amigo Carlos Ramón González empezar a incubar lo que hoy es uno de los partidos más importantes del país.
Determinante en la consolidación de lo que fue el proyecto político de Rodrigo Lara Sánchez como alcalde de Neiva, de Oscar Humberto Urueña como concejal de Neiva y luego diputado, amigo y promotor de David Cangrejo, entre otras muchas, y la más reciente alianza del partido verde con Luis Enrique Dussán quien fuera determinante para su triunfo, pero de sobre manera en su intención de que el partido siguiera siendo referente regional y muy activo en la campaña de Daniel Sanz para la asamblea del Huila obteniendo una importantísima votación.
Fue mi consejero siempre, pero nuestras llamadas se convirtieron en un constante diario, ante el interés de conformar una lista alternativa a la cámara de representantes que representara la lucha en contra de la corrupción, un liderazgo representativo en el congreso de la republica que hablara con ahínco por las causas regionales y que además fuera estandarte por la defensa del medio ambiente.
Estuvimos en Bogotá en una reunión privada con Camilo Romero, ex gobernador de Nariño, hablando del país, del partido verde, de la posibilidad de acompañar su candidatura a la presidencia de la república, inicialmente desde una consulta. Donde Miguelito se convirtió en el jefe de prensa y el cohesionador de varias fuerzas regionales para acompañar al dirigente de nueva ciudadanía, para convertirse en candidato de alianza verde en la primera vuelta presidencial.
El sábado recibí a la madruga de parte de su hijo la no agradable notica de su muerte, guardábamos la esperanza de que saliera de esa pesadilla del covid – 19. Fui a quien en primera instancia comento de sus síntomas y donde tomara la decisión de buscar ayuda médica. En medio de lo difícil que significa su partida, porque se convirtió en mi amigo y consejero, quedo con la gran satisfacción que estuve constante y permanente los últimos días, acompañándolo y soñándonos el país que todos queremos. Quedo pendiente la gran gira por todo el departamento que iniciaríamos la tercera semana de enero de este año. Gracias Miguelito por su amistad sincera, su apoyo incondicional. A Sus hijos y esposa el mayor de los reconocimientos por ese gran padre, esposo, y gran amigo que partió a descansar al lado de nuestro señor.
