Luis Humberto Tovar Trujillo
Así va a suceder con aquellas personas victimas de los medios de desinformación que anuncian con bombos y platillos el fraudulento y eventual gobierno de Biden en Estados Unidos.
Los montajes recientes, del partido demócrata, más de medio partido republicano y sus aliados chinos, patrocinadores del atraco electoral, como es el caso de la toma del Capitolio, una de las instituciones sagradas del regimen americano, deja al descubierto una alianza satánica entre ellos, en favor de la corrupción política electoral, de la podredumbre de esa clase dirigente, que no es extraña en nuestro país, también absolutamente contaminada.
Y lo mas grave aún, al servicio del comunismo internacional, absolutamente corrupto y, capaz como se evidenció, de corromper las entrañas mismas de la democracia del mundo como son los Estados Unidos.
Y lo mas grave aún, todo, patrocinado por instituciones corruptas como son los medios de comunicación, al servicio de esas transnacionales chinas, como dicen los mamertos mismos, donde existen todas las violaciones a los derechos humanos que son verdaderos derechos fundamentales; es un desprecio total por la misma condición humana, el desprecio a si mismo. Una verdadera desgracia y, una verdadera tragedia humanitaria.
El solo mirar los mensajes de los autores de esta tragedia, se le crispan los pelos, cuando se tiene una verdadera concepción de lo que significa el ser humano y su sentido en la creación divina.
Muéranse quienes desprecian a los demás, pero no hay derecho a disponer de la vida humana como si fuera un elemento desechable, como algo no reciclable; existe más valoración por recuperar elementos menores para volver a dar vida útil a la humanidad, que la misma valoración del ser humano y su dignidad.
Los supuestos grandes defensores de los derechos humanos, así se autoproclamaron, hurtándole a la humanidad el auto liderazgo sobre su propia supervivencia, sobre sus derechos fundamentales, para ocultar ese desespero por desaparecer a sus semejantes, deja ver la nula condición humana de sus protagonistas y sus adláteres.
Los mayores aupadores de la corrupción, son los medios de comunicación; está demostrado con el proceso electoral en estados Unidos que, antes que ser sal en la sociedad y garantizadores de los derechos de los ciudadanos y de las instituciones, controladores y, en efecto, garantizadores de la pulcritud en el ejercicio del poder, son protagonistas de primer patrocinando y, hasta exigiendo veladamente, como lo hace el comunismo, se mantenga ojala a perpetuidad para garantiza su propia supervivencia como medio de quienes lo ejercen.