DIARIO DEL HUILA, TENDENCIA
EFE
Todos ellos, especialmente los del zoo, que cuenta con 22 hectáreas de extensión ubicadas dentro de la Casa de Campo, “poseen una zona de invierno y otra de verano con pradera”, asegura a Efe la directora de comunicación del Zoo Aquarium de Madrid, María José Luis, quien precisa que durante estas jornadas de frío y nieve “no les falta de nada”.
A pesar de que el parque se encuentra cerrado, los cuidadores acuden durante el día a limpiar tanto cuadras como dormitorios interiores y algunos animales, los que por temperatura lo permiten, “salen al exterior para disfrutar del aire libre y luego pasan la tarde y la noche en instalaciones interiores”.
“Tenemos calefacción con suelo radiante en la zona de grandes primates, como son orangutanes, gorilas o chimpancés, mientras que las cuadras interiores de jirafas o elefantes asiáticos poseen paredes de madera y camas de heno porque ellos, al dormir de pie, pueden apoyar una pata, y también cuentan con calefacción de biomasa dentro”, indica Luis.
Antes del temporal “nos aprovisionamos de pellet”, uno de los combustibles más utilizados en biomasa, para “asegurar el calor y la energía suficientes que permitieran combatir estos días gélidos”, así como de alimentación, pues, “dependiendo de cada especie, se realizan pedidos en grandes cantidades”, por lo que “este aspecto también estaba asegurado”.
Cuidadores, veterinarios y personal de mantenimiento “trabajan los 365 días al año” y en pleno temporal “un equipo de cuidadores bajó a asegurarse de que los animales estuviesen bien, alimentarles y comprobar que las calefacciones funcionasen durante todos los días”, incluidas “las peores jornadas de la borrasca Filomena”.
Profesionales especializados
Se trata, según Luis, de profesionales especializados que “están acostumbrados a trabajar a la intemperie” e incluso “algunos cuidadores se turnaron y otros, como los del delfinario, se quedaron a dormir en la oficina para cerciorarse de que todo marchara bien y de que tuvieran la temperatura adecuada”.
Los principales problemas con los que “nos hemos topado” son árboles caídos y el deshielo, por lo que estos días se trabaja a “pleno rendimiento” para romper el hielo y despejar de nieve los accesos, apunta Luis, quien añade: “El Ayuntamiento de Madrid nos ha ayudado a limpiar el camino desde el metro de Casa de Campo hasta la entrada al zoo”.
“Tenemos parámetros de temperatura y, según la especie y las instalaciones, se decide si los animales salen al exterior o se quedan en los dormitorios interiores”, recalca.
¿Qué animales llevan mejor y peor el frío?
Los animales de clima cálido como las jirafas “se encuentran en cuadras interiores” y los gorilas, aunque puedan acudir a la pradera, “prefieren quedarse en la zona de invierno, donde tienen sus camas de heno y están calentitos”.
Sin duda, quien mejor está soportando este frío extremo es la osa panda gigante Chulina, una cría de tres años, que está “emocionada con la nieve” y que junto a la mamá y al papá panda “son los que más están disfrutando”.
Todos los animales de pelaje largo como camellos o yaks -una especie de buey con cuernos muy afilados- toleran bien las bajas temperaturas y, además, a renos, gamos, ciervos del padre David o a los osos pardos “les encanta la nieve”.
Respaldo del público
En faunia, quienes más han disfrutado del temporal son los leones marinos de Steller, especie de león marino más grande del mundo, pues “cuando empezó a nevar enseguida salieron con los cuidadores y abrían la boca para que les cayese la nieve”.
“El temporal pasará y abriremos pronto”, afirma Luis, quien recuerda que la pandemia de coronavirus está presente, por lo que “necesitamos el respaldo del público” porque “nuestro trabajo a veces no se pone en valor”, pero resulta “admirable” el hecho de cuidar a los animales en espacios como estos, donde también “se contribuye mucho a aspectos de conservación en la naturaleza, una labor que en ocasiones no llega a conocer la sociedad”.