A contramano de los criterios adoptados por los países que ya elaboraron sus planes de vacunación contra COVID-19, Indonesia tomó un camino distinto. En lugar de priorizar a los grupos más vulnerables al coronavirus, la estrategia es inocular primero a la población más joven y activa. ¿Por qué?
Es cierto que en torno a la pandemia de COVID-19 ha habido confusión, preocupación e incluso desconfianza hacia las distintas vacunas desarrolladas para inmunizarnos contra el virus SARS-CoV-2. Sin embargo, priorizar a los grupos poblacionales más vulnerables ante la enfermedad parecía ser un criterio unánime en los planes de vacunación de cada país.
A nivel global, los gobiernos están priorizando inmunizar primeramente a los profesionales de salud (más expuestos al contagio), a los adultos mayores de 65 años y a las personas con comorbilidades. No es el caso de Indonesia, que se prepara para inocular a su población en un camino opuesto al adoptado por los demás países: la población más joven y activa es la prioridad para recibir las primeras dosis de la vacuna contra COVID-19.
Vacunación contra COVID-19: ¿por qué Indonesia prioriza a los más jóvenes?
Si bien el país del sudeste asiático también optó por vacunar, en primer lugar, a los profesionales de la salud y a los trabajadores de la llamada primera línea, les siguen los grupos económicamente activos entre los 18 y 59 años, informó la agencia Reuters.
El porqué está ligado a la teoría de la inmunidad de rebaño: Indonesia apuesta a alcanzar una inmunidad colectiva de forma más veloz que otros países que ya han empezado a vacunar a su población, como Argentina, Estados Unidos y Reino Unido.
La franja etaria estipulada como prioridad no solo es la que se encuentra actualmente trabajando, sino que también es la que más suele estar en movimiento y en contacto con otras personas. En este sentido, se considera que es, a su vez, la que comprende el grupo con más posibilidades de contagiar y ser contagiado.
Si la estrategia les sale bien, matan dos pájaros de un tiro: protegen a quienes mantienen activa la economía mientras también evitan una propagación mayor del coronavirus.
La estrategia de vacunación en Indonesia: ¿efectiva o arriesgada?
En primer lugar, como la vacuna CoronaVac desarrollada por Sinovac Biotech de China fue hecha con ensayos clínicos en personas de entre 18 y 59 años, no se conoce aún su eficacia en la población mayor. Aunque el Gobierno de Indonesia no se «opone a la tendencia», están esperando las recomendaciones de los reguladores de medicamentos del país para determinar los planes de vacunación para esta población, dijo a Reuters Siti Nadia Tarmizi, del Ministerio de Salud del país asiático.
En principio, tiene un acuerdo para recibir 125 millones y medio de dosis chinas, más tres millones que ya están a disposición del país. Recién en julio se espera que lleguen dosis de la vacuna de Oxford y AstraZeneca, y en septiembre la de Pfizer.
«No creo que nadie pueda ponerse demasiado dogmático acerca de cuál es el enfoque correcto» para determinar a quién vacunar primero, dijo a Reuters Peter Collignon, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad Nacional de Australia. A su entender, es posible que la escogida por Indonesia frene más rápido la propagación de la enfermedad, aunque puede que mantenga la mortalidad.
«El que Indonesia haya optado por una manera diferente de hacero que Estados Unidos y Europa es valioso, porque nos dirá si esta estrategia tendrá un efecto más dramático en Indonesia que en Europa o Estados Unidos, pero no creo que alguien sepa la respuesta», añadió.
Por su parte, el profesor Dale Fisher de la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur se mostró optimista por la decisión de Indonesia. «Los adultos jóvenes que trabajan son generalmente más activos, más sociales y viajan más, por lo que esta estrategia debería disminuir la transmisión comunitaria más rápido que vacunar a las personas mayores», dijo a Reuters.
«Por supuesto que las personas mayores se encuentran en mayor riesgo frente a cuadros graves y la muerte, por lo que vacunarlas es una alternativa lógica. Veo el mérito de ambas estrategias«, apuntó.
¿Puede salvar la economía de Indonesia?
Indonesia es la economía más grande del sudeste asiático, pero la pandemia de COVID-19 ha puesto al país en su primera recesión en más de dos décadas, y desde el Gobierno se espera una contracción de hasta un 2,2%.
Para Faisal Rahman, economista del Bank Mandiri, el grupo de edad de 18 a 59 años es estratégico porque tiene necesidades de consumo más altas que otros grupos.
«Podrían impulsar la recuperación económica más rápido porque el consumo de los hogares contribuye más del 50% de la economía de Indonesia», dijo a Reuters.
Inmunidad de rebaño, ¿mito o realidad?
Cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, declaró en una de sus primeras conferencias de prensa sobre la pandemia de COVID-19 que su Gobierno apostaría a la estrategia de la inmunidad de rebaño, científicos internacionales advirtieron que optar por esa opción a esas alturas no era una alternativa viable hasta, por lo menos, finales de 2020.
No pasó mucho tiempo para que los casos ascendieran abruptamente en Gran Bretaña y Johnson debiera dar marcha atrás, y disponer medidas de distanciamiento social más estrictas para la población británica.
Ahora, a un año de los primeros brotes de la enfermedad, la situación es distinta para Indonesia: el país de 268 millones de habitantes tiene casi 700.000 personas recuperadas y otras 850.000 en curso de la enfermedad. Tiene, además, y asunto no menor, una vacuna para inmunizar a sus habitantes.
Eventualmente, la inmunidad de rebaño será un hecho, ya sea buscada o por cansancio, pero el Gobierno indonesio considera que la decisión de vacunar a los más activos acelerará sus trámites, según dijo su ministro de Salud, Budi Gunadi Sadikin, a Reuters.
Sin embargo, es pronto aún para poder asegurar algo, ya que aún no está comprobado si una persona vacuna puede o no transmitir el virus a otra. «Podría existir el riesgo de que las personas sigan siendo capaces de transmitir la enfermedad a los demás«, explicó en este sentido Hasbullah Thabrany, jefe de la Asociación Económica de la Salud de Indonesia.