En medio de la expansión de la Covid-19, la administración municipal de Neiva a inicios del presente año autorizó la reapertura de bares y gastrobares previo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad exigidos por las autoridades sanitarias. Este sector fue el más afectado por los reiterados confinamientos decretados por el gobierno nacional, provocando la cesación de miles de empleos, que convirtió a la capital del departamento del Huila, en la ciudad con el más alto nivel de desempleo a nivel nacional. Desafortunadamente, durante cuatro meses tuvimos ese liderazgo. Pero las tres olas que ha presentado este virus mortal en nuestro país generaron el más alto nivel de desconfianza entre las autoridades sanitarias para que los entes territoriales volvieran a autorizar su reapertura.
Pero muchos primeros mandatarios tomaron la osadía de reabrir esta actividad económica, para volver a recuperar la dinámica que se tenía antes de la pandemia, como lo determinado en esta localidad. A pesar de algunas medidas restrictivas, se ha venido lentamente recuperando su dinamismo durante el último trimestre del presente año. Atrás quedaron los trapos rojos que aparecieron en estos establecimientos que tuvieron millonarias pérdidas. Recordemos que este sector es un importante generador de empleo en la región.
Pero no podemos relajarnos, porque la presencia de este virus letal todavía no ha desaparecido. Se deben seguir manteniendo las normas de higiene, y el aforo con el distanciamiento obligatorio. No se puede permitir que los propietarios cometan avivadas en el cumplimiento de estas medidas. No se deben convertir en una piscina de Covid. Recuerden que el Ministerio de Salud han advertido de la aparición del cuarto pico de la pandemia para finales de octubre. Las variantes Mu y Delta, están a la vista. En muchos países, la tragedia sanitaria ha vuelto a amenazar sus sistemas hospitalarios.
De acuerdo con la Seccional de Fenalco y Asobares, durante el primer semestre del presente año, se clausuraron 2.200 establecimientos, generando incertidumbre en un sector que genera aproximadamente 18.000 empleos. Igualmente es importante que se acelere el proceso de vacunación, con el fin de avanzar hacia la inmunización de rebaño de la población huilense.
El caso es que los propietarios de gastrobares y restaurantes están vislumbrando una luz al final del túnel para salir de esta crisis que han estado viviendo durante más de un año. Claro está que su futuro depende de lo que indiquen las cifras de avance de la pandemia. Es de esperarse que poco a poco se abra un camino que permita recibir estímulos y estímulos por parte de la administración municipal para explorar alternativas que traigan algo de esperanza. El desafío más crucial de la reactivación es la creación de miles de puestos de trabajo.
