El día de ayer 19 de octubre se aprobó en segundo debate del Senado las modificaciones a la ley de garantías, lo cual permitirá en plena campaña electoral a presidente, gobernadores y alcaldes celebrar convenios administrativos e interadministrativos con recursos públicos. Vale decir que ahora, podrán manipular el erario público para el manoseo y la compra de votos.
La discusión se dio en el marco de aprobación del Presupuesto General de la Nación PGN para el 2022. Durante la plenaria en segundo debate el Senado aprobó el artículo 125, que propone suspender el inciso primero del artículo 38 de la Ley 996 de 2005, conocida como la Ley de Garantías, este artículo fue uno de los más polémicos por cuanto en criterio de los expertos, abre la puerta a la corrupción electoral.
De igual manera, en la misma plenaria, los Honorables Senadores tumbaron el artículo 104 del mismo proyecto que contemplaba la posibilidad de un traslado “exprés” de las personas afiladas a fondos de pensión privada, para que pudieran pasarse al fondo de prima media que maneja COLPENSIONES. Así las cosas, aprueban un adefesio que abre la puerta a una corrupción que los beneficia a ellos y tumban una posibilidad de cambio que beneficia a mucha población que hoy se siente engañada y estafada por los fondos privados.
De acuerdo con expertos políticos, este acto en sí, pone en evidencia el miedo de un presidente y un equipo de gobierno que no gobierna, que definitivamente se aleja cada vez mas de su electorado y que ha puesto en peligro la continuidad de un modelo social y económico neoliberal, donde los objetivos de desarrollo se centran en la riqueza de unos pocos que ostentan el poder, olvidando o dejando de lado a una comunidad que los elige, y que tiene en las encuestas arriba a sus más acérrimos contradictores políticos Gustavo Petro del Pacto Histórico y Camilo Romero del Partido Verde, quienes sin gobernabilidad, sin cuotas burocráticas, con los entes de control y los medios de comunicación en contra, poco a poco han ido calando en el corazón de los colombianos.
Y ¿Qué pasa con nuestros Representantes y Senadores?, lo mismo que al gobierno central, sienten pasos de animal grande con el descontento social, saben que se vienen cambios importantes, que ya con sus mentiras y promesas de culebrero no van a poder seguir anquilosándose en el poder, y “SE QUITARON LA MÁSCARA”, nada les importa más que tener recursos para el manipuleo y la compra de votos, y, ¿el pueblo?, ahh “esos no nos preocupan”, a ellos les llegamos 15 días antes con plata, tejas de zinc, cemento y tamales y ahí seguimos, dicen. Y ahí seguirán si no hacemos algo, mi propuesta es que salgamos masivamente a votar en las próximas elecciones de Cámara y Senado por nuevas personas que sepan de la cosa pública, que hayan demostrado capacidad de trabajo y de gestión, que representen el sentir de los jóvenes y del pueblo en general, es así como vamos a empezar a cambiar el modelo político que nos gobierna hace más de treinta años y que solo ha dejado pobreza y desesperanza.