La polarización que hoy vivimos en Colombia en el campo político, ha sido una cortina de humo que ha evitado que se le hable a la gente de lo realmente importante. A diario escuchamos a la mayoría de precandidatos presidenciales y quiénes desean llegar al Congreso de la República, echar culpas, juzgar y señalar a los unos y a los otros. Que uribista, que petrista, que ateo, que tibio, que uno es malo por ser del sector opuesto y solo mi sector es bueno. Y demás discusiones bizarras, así por ese estilo. Incluso los jóvenes hemos caído en ese error, castigamos y lanzamos juicios a quien difiere de nuestro pensamiento, la mayoría de veces con ofensas, algo realmente lamentable.
El país no va a avanzar si seguimos de esta manera, la polarización no es mala, pensar distinto no es malo, el error está en caer en ofensas, en no atacar el argumento, sino a quien lo dice, en no aceptar que por experiencias propias, todos podemos tener un concepto totalmente diferente de los otros.
Colombia hoy necesita soluciones, los jóvenes hoy necesitan oportunidades, no más discursos de odio y polarizadores. A un campesino que está pasando hambre, no le interesa si quién lo ayuda es uribista o petrista, a él le interesa que le ayuden a solucionar sus problemáticas. Debemos centrarnos en ello, los precandidatos que quieren y protegen esta democracia, imperfecta como todas, pero la más estable de la región, deben dejar de hablar de guerras ideológicas, de extremos ideológicos y de pensamientos polarizadores, si en verdad quieren no solo conquistar, sino ayudar al electorado, al pueblo que los elige, deben llegar con soluciones, con ideas, con cosas realizables para sacar a la gente del chasco en el que está a raíz de la pandemia y los paros.
La gente está esperando soluciones, los jóvenes quieren oportunidades, no quieren subsidios, quieren trabajo. No basta solo con gratuidad en las matrículas, se necesita garantizar el acceso a educación superior, el tránsito de la secundaria a la Universidad. Se necesita fortalecer mucho más el Sena, que haga presencia en cada caseta comunal capacitando a los jóvenes. El campo necesita y está esperando políticas públicas en pro de su desarrollo, presupuestos justos y bien ejecutados. Los empresarios y comerciantes requieren seguridad, no puede la delincuencia ser un obstáculo para inversiones y generadores de empleo. La gente está necesitando una justicia eficaz, una justicia diligente, que actúe rápido, que sea equitativa y justa, la gente pide a gritos una justicia despolitizada.
Muchos seguramente aprovecharán la necesidad de empleo, dinero y comida, de miles de colombianos, para hacerse elegir comprando sus conciencias. Ojalá no les funcione. Ojalá el pueblo entienda que en el 2022 están en juego muchas cosas, que venimos mejorando, estamos mejor como país que hace treinta años, que hay muchas cosas por corregir eso sí, pero no podemos caer en el discurso del pesimismo, porque es peligroso para Colombia.
Ojalá quienes estén o vayan a hacer el ejercicio para lograr un cargo de elección popular, entiendan que la gente necesita soluciones no carreta.
