Está demostrado que uno de los primeros sectores que más dinamiza la economía es el sector de la construcción. Se ha convertido en motor para la generación del empleo en el país. Durante la pandemia el nivel de desempleo mantuvo unos niveles históricos, considerados los más altos en la historia del país, de acuerdo con las estadísticas promulgadas por el Dane. Inclusive como lo hemos afirmado en esta tribuna, lo más grave, fue la tasa de desempleo del 40% para la ciudad de Neiva, durante los periodos de confinamiento.
La semi parálisis de la dinámica productiva, incluido el sector de la construcción reflejaron la alta tasa de desempleo, que sufrió la sociedad por la destrucción masiva de empleos que contribuyen a estabilizar el bienestar de las familias. Lo triste es que, de acuerdo con las tendencias leves y progresivos de la propagación de la Covid-19, son desalentadores los pronósticos en el mediano plazo, y que siempre permite que el peor flagelo económico que puede vivir un ser humano es la falta de ingresos.
Durante el presente año, este sector volvió a repuntar en el escenario económico del país y especialmente en el departamento se ha logrado un récord en la venta de vivienda nueva, con una proyección de 230 mil unidades. Los colombianos han comprado 190 mil viviendas, cuando en el mismo periodo de 2018 se vendieron 140 mil, en 2019 se llegó a 166 mil y el 2020 cerró con 178 mil. La construcción volvió a ser protagonista en la reactivación económica y social tras la pandemia Covid, y continuará rompiendo récords, pues en tan solo 10 meses, el año 2021 se convierte en el mejor en la historia en comercialización de viviendas con más de 190 mil unidades vendidas.
Así la vivienda hoy en día no tiene ningún precedente, luego que ha sido el mejor año en comercialización en la historia de Colombia. En este año, en tan solo 10 meses, ya se logró superar ese récord. Entre enero y octubre de 2021 se han vendido 190 mil unidades, eso es más de lo que se comercializó en todo 2020, cuando se vendieron 179 mil unidades. Con ello, este indicador es positivo para la recuperación de la dinámica económica del departamento.
Paralelo con lo anterior, debe quedar claro que salir de la crisis, también dependerá mucho de que los gobiernos puedan inyectar recursos por vía de obras públicas, con todo lo que ello implica. Sin embargo, la heterogeneidad de las dinámicas laborales en las distintas ciudades invita a los gobiernos locales a encontrar el balance adecuado de estímulos a sectores como el comercio, los restaurantes y la construcción, con gran capacidad de jalonar el empleo.
