El ex ministro de Estado Juan Camilo Restrepo, a propósito de los 5 años de la celebración de los acuerdos de paz, en una columna de opinión publicada en este periódico el pasado 30 de noviembre, donde destacaba el desdén gubernamental para registrar el histórico acontecimiento y su utilización para servir de arma de combate entre partidos y candidatos en la presente campaña política, citaba un libro publicado por el departamento de historia del Externado de Colombia sobre “Cómo finalizaron todas y cada una de las numerosas guerras civiles del siglo XIX?, el cual copio para hacer una reflexión sobre los acuerdos de paz y la impunidad con las Farc que tanto pregonan los enemigos de la paz para atacarlos como lo ha hecho y lo sigue haciendo Uribe y el Centro Democrático pérfidamente con fines electorales.
“La conclusión es rotunda: todas, sin excepción, terminaron en concesiones, indultos y amnistías generosas para con los perdedores. La lectura de este libro deberían hacerla quienes encuentran inconcebible que se hubiera creado la JEP o la justicia transicional. O que se hayan habilitado curules en el congreso para las Farc y las víctimas ¿En qué estaríamos si hace cinco años no se hubieran firmado estos acuerdos y si no hubieran entregado las armas más de 10.000 militantes de las Farc? Es bueno reflexionar sobre esto”.
Y claro que es bueno reflexionar como lo ha hecho el exministro conservador sobre el espinoso y atacado tema de la paz con las Farc como opositores al establecimiento frente a los procesos de paz con sus mismos integrantes de las numerosas guerras civiles del siglo XIX que para ser exactos fueron 9 guerras totales y 70 parciales que dejaron un reguero de muertos, y todas ellas terminaron en total impunidad para quienes las provocaron incendiando el país, que no respondieron en absoluto por sus crímenes y la destrucción que dejaron, que continuó en el siglo XX con la nefanda época de la Violencia que dejó mal contados más de 300.000 muertos, donde sus promotores de los partidos tradicionales además de obtener impunidad para sus crímenes, decidieron repartirse el país alternándose el poder sumiéndonos en la corrupción y el desgobierno hasta nuestros días.
Pero como los acuerdos de paz con las Farc fueron con los rebeldes contra el establecimiento que pactaba impunidades por sus crímenes, se cuestiona de mala fe la impunidad con el grupo subversivo para seguirla utilizando con fines electorales instigando infamemente la violencia para seguir en el poder, cuando si bien los acuerdos de paz debían tener una dosis de impunidad para concretarlos frente a la impotencia del Estado para derrotarlas militarmente, estos permitirán que la justicia transicional administre justicia en la forma acordada, que de otra manera no se hubiese logrado jamás con la justicia ordinaria poniendo fin al conflicto fratricida que desangró y destruyó este país por más de 50 años para que, y es lo más importante, haya verdad, justicia y reparación, y por supuesto compromiso de no repetición, para que algún día tengamos verdadera paz.