Diario del Huila, Ciudad
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo V
ste martes 7 de diciembre, víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción, se da inicio al periodo navideño con la celebración de la Noche de las Velitas. Diario del Huila habló con los actores involucrados.
Hoy, se da inicio en Colombia a la época navideña con una curiosa celebración tradicional conocida como el Día de las velitas o la Noche de las velitas al tratarse de una actividad vespertina o nocturna.
Consiste en iluminar los andenes, antejardines o barandas de las viviendas de las poblaciones utilizando velas y pequeños faroles hechos de papel, en ocasiones artesanalmente.
Y también se aprovecha la fecha para encender el alumbrado navideño en las calles, plazoletas, centros comerciales y casas de familia, donde previamente se ha instalado el árbol de navidad adornado de luces de distintos colores.
“Lo que pocos saben es que la iluminación y encendido de bombillas y velas es para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María”, comenta Sara Tole, previo a ingresar al templo Colonial en el microcentro de Neiva, donde se vive la fiesta religiosa con carretas llenas de velas blancas y de colores empujadas por vendedores ambulantes esperanzados en sacar provecho de la especial jornada de alegría, recogimiento y espiritualidad en los neivanos.
“Las velitas y faroles de todos los colores llenan de magia la noche con la que inicia oficialmente la Navidad. Así se conmemora el momento en que el Arcángel Gabriel anunció a María que fue la elegida, desde antes de su nacimiento, para ser la madre de Jesús”, explica el sacerdote Juan Simón Pérez.
Y agrega que creyentes de miles de lugares en el mundo y en la ciudad encienden velas para celebrar el acontecimiento histórico “y se ha mantenido la tradición de iluminar esta noche de diciembre. Lo malo es pocos saben, sobre todo los jóvenes, de qué se trata la celebración. Y muchos mayores se olvidan de informar el legado”, señala, con algo de desconsuelo en el rostro.
Ciudadanos consultados por Diario del Huila aseguran estar enterados de la razón de las velitas y la tradición que está convertida en un espacio en el que tanto pequeños como adultos se reúnen con sus familias aprovechando que el día siguiente es festivo, no hay que trabajar.
“En mi barrio (Sevilla) o en la cuadra las velas se ponen al anochecer. Se cuelgan en las ventanas, en el piso y los balcones. Y también rezamos el Santo Rosario”, manifiesta Lucero Conta, abogada del Palacio de Justicia.
En los últimos años, comenta Jorge Ramos, que prefiere no se identifique el conjunto donde vive en el oriente de la capital del Huila, “con los amigos cercanos aprovechamos esta fecha para realizar actos de carácter solidario, como recaudar fondos para los más necesitados y desprotegidos”.
Las ventas
Julio Avendaño, uno de los vendedores de velas en el Parque Santander, afirma que las ventas no han sido muy buenas. Explica que tal vez sea porque se había dicho de un desabastecimiento del producto por falta de parafina. También porque no hay mucha plata en la gente. Y por el temor al Covid-19.
“El año pasado no hubo una gran celebración por la emergencia. Confiamos en que las cosas mejoren, pero por lo que le dije no pintan bien”, expresa, con algo de resignación.
Otra opinión tiene Lucho Novoa, que dejó por este día la venta de mango verde, por las velas buscando aprovechar la fecha especial. “Rocinante (como llama a su carreta) es la campeona, es la que más vende gracias a que los productos son de bajo precio y están al alcance de todas las familias neivanas. Los niños y las mujeres son las que más llevan”, señala, con optimismo.
Laura Arias, vendedora de frutas y quien aprovecha cada Navidad para sacar su carrito lleno de velas y obtener un buen provecho económico, cuenta que desde el fin de semana sale a recorrer las calles de la ciudad con aproximadamente 200 paquetes de velas.
Alex Guevara, quien aprendió a hacer artesanías en la cárcel, ofrece además de velas, faroles hechos por él.
Aseguró que se rebusca de una forma u otra “para llevar el sustento diario a mis hijas y esposa. Por eso, salgo a voltear una semana antes del 7 de diciembre para tener más ganancias, más plata, pero definitivamente es hoy el día el día que más vendo”.
Efectivamente, con motivo de la pandemia, que no se ha marcha, esta celebración debe realizarse de manera segura cumpliendo las exigencias de bioseguridad, recomienda la Secretaría de Salud Municipal.
“Como es tiempo de compartir con los vecinos, amigos y familiares, no obstante, en esta emergencia sanitaria se deben tener presentes las medidas de bioseguridad, entre las cuales recomendamos que tomen distancia de otros grupos de personas a la hora de encender las velas y evitar el contacto físico”, señala Lucía Morales.
Entre las preocupaciones que rodean la a las autoridades está el uso no autorizado de la pólvora, que cada año deja estragos en jóvenes y adultos que la manipulan irregularmente. Sería bueno cambiar esos hábitos, manifestó Luis Alberto Gutiérrez, del Cuerpo de Bomberos.
“Por otra parte, también sería justo revisar el uso de juegos pirotécnicos, que tiene efectos negativos en las mascotas por el exceso de ruido que pueden provocarle problemas auditivos, aceleración del ritmo cardíaco, que provocarían infartos; comportamientos anormales, convulsiones, entre otras afectaciones”, destacó.
Para el guarda de tránsito, Libio Perdomo, otro de los problemas de la celebración es el consumo excesivo de bebidas embriagantes que generan “accidentes, trifulcas, problemas familiares y de tránsito”.
Desde la secretaría de Movilidad se hace un llamado a la ciudadanía a tener un consumo responsable de este tipo de bebidas, no solo por su implicación social, sino por las afectaciones a la salud, señaló.
Los precios se incrementaron
Los precios se incrementaron en hasta un 100%, “un paquete de 12 velas que costaba normalmente $2.000 o $3.000 pesos esta fácilmente en $4.000 y hasta $7.000 según el tamaño”, dice Laura Arias vendedora de velitas.
Opines
Jhony Aguilera- vendedor informal: “Creíamos que no íbamos a poder vender este año, pero gracias a Dios se solucionó lo de la parafina y han llegado velitas de todos los tamaños. Esperamos que la virgencita nos ayude y las ventas sean buenas”
Karla Cifuentes – vendedora de Santos y escapularios: “La tradición se mantiene y vamos a poder rendir tributo a la Inmaculada, patrona de Neiva en la víspera de su fiesta. No le podemos fallar a la madre del salvador”.
Rafaela Cuellar- ama de casa: “Para nosotros en la familia siempre es tradición colocar una velita por cada miembro de la misma. Por los que están en esta tierra y por los que se han adelantado, también”.
Ciro Puentes- comerciante: “Desde niño recuerdo encender las velitas a la Virgen y de paso comenzar la tradición de la navidad que es como el retorno. Se reencuentra la familia alrededor de la tradición. Me produce nostalgia y alegría”.