¡Que los hay, los hay! Sin duda, pero no son muchos desafortunadamente. Bajo sospecha, están la mayoría de ellos. En el partido liberal, créanme que, al Huila le va a hacer falta el senador Rodrigo Villalba. Durante más de 20 años el Dr Villalba ejercicio como congresista. Deja unos puntos altos por su diligencia y responsabilidad en el área económica, como quiera que, varias veces, ocupo la presidencia de la comisión respectiva en el senado de la república. No sabemos quién lo reemplazará, y si no se tiene la persona que lo sustituya, se perderá un cupo en el senado. Flora Perdomo es una hábil vocera de la mujer huilense en la cámara de presentantes, digna legisladora liberal que supo cumplirle a la región. Por su lado, Cambio Radical se luce con la lista de candidatos a la cámara de representantes que nos presenta, agrupación que encabeza el joven dirigente Julio Cesar Triana, catalogado como uno de los diez mejores parlamentarios en la legislatura anterior. En los siguientes renglones lo acompañan distinguidos representantes de la nueva clase dirigente del Huila. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la persona inscrita para el senado, pues se sabe que al Dr German Vargas Lleras le han metido gato por liebre, con un candidato ampliamente cuestionado, me refiero al señor Carlos Julio González Villa, ciudadano cargado de sospechas y de malos manejos durante el ejercicio del cargo como gobernador del Huila. Se le cataloga como un mandatario malversador de los recursos del presupuesto regional y del fondo de regalías. Son innumerables los contratos inconclusos, con sobrecostos e inexplicables adiciones para muchas de esas obras que terminaron en manos, non santas, de sus alter egos; bastantes convenios de obra pública suscribieron en la oficina de contratación, por delegación propia, pero muy pocos, de esos acuerdos se terminaron satisfactoriamente. Existió además un acto sigiloso con el que, pienso asaltaron la buena fe de German Vargas para que respaldara al exsecretario Jurídico del gobierno de González, un tal José Nelson Polanía, ante el Consejo nacional Electoral, a quien vergonzosamente terminaron eligiéndolo magistrado. Increíble que eso suceda a sabiendas de que el exasesor de marras era el fulano encargado de hacer el trabajo sucio en la gobernación que consistía en pedir, a nombre del gobernante, las coimas a los distintos contratistas del departamento. Eso lo supo en su momento el señor Carlos Julio González a quien le informe, personalmente en su despacho, en el mes de mayo de 2.018, sobre la recurrente comisión de ese delito y sobre las andanzas de su exasesor y, la respuesta del arrogante titular fue, ascenderlo, nombrándolo secretario Jurídico del Huila.
Vivimos quejándonos de la terrible corrupción que se ha tomado la administración y la actividad política y, hoy tenemos la oportunidad de castigarlos tomando la decisión de no votar por ellos.
La corrupción es la causa del desgaste de la clase política nacional y el combustible de la protesta social que ha colocado en vilo a la democracia.
Los antecedentes del clan de los González Villa se remontan a su hermana Cielo, quien recientemente fue condenada por el juez quinto penal de Neiva por el delito de concusión y, pocos años atrás se conoció que a su esposo German Trujillo, igualmente lo condenaron por malversar recursos del PAE, Plan de Alimentación Escolar. Carlos Julio sirvió de estribo, a su hermana Cielo para que avanzara en sus ambiciones políticas lo que facilito que tales delitos se consumaran y esa conducta criminal les ha permitido amasar una inmensa fortuna que los catapulto en la política. En todos esos actos contra la administración pública figura siempre como asesor el señor José Nelson Polanía quien completo su maestría en tráfico de influencias, que bordea el código penal, al lado del exgobernador Carlos Julio González, hoy candidato al senado por cambio RADICAL. Seguiré, en mis próximas columnas analizando a los distintos candidatos postulados a cargos de elección popular, porque queremos votar por candidatos libres de toda sospecha.