En estos tiempos de crisis por la pandemia surgen inquietudes y lecciones que nos obligan a pensar sobre el futuro esperado. Se requiere analizar y evaluar que queremos de nuestro territorio. Reformulando políticas e instrumentos de planeación urbana, buscando aplicar acciones rápidas y acordes con las circunstancias actuales. El debate está abierto pensando en los cambios en la relación del tiempo y lugar. Antes que sea tarde, no solo para adelantar acciones frente al cambio climático, sino frente a la movilidad, modos de vida, formas de producción y consumo, pensando en mejorar la calidad de vida de la población. Recordemos que, dentro de los objetivos del desarrollo sostenible, el número once (11) determina que las ciudades y los asentamientos humanos deben ser inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Busca en el 2030 proporcionar acceso universal a zonas verdes, espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles. En particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad. Por otro lado, en las nuevas agendas urbanas esta la inquietud de hacer ciudades saludables y armónicas con el medio ambiente.
Sobre estas necesidades, existe una propuesta que viene ganando interés en urbanistas y mandatarios como en París. Lo viene haciendo la alcaldesa, Anne Hidalgo quien gracias a un trabajo del arquitecto colombiano Carlos Moreno, urbanista y especialista en ciudades inteligentes. Está liderando el proyecto de ciudades con proximidad o de 15 minutos. La investigación analiza la relación entre el espacio y el tiempo útil.
Se busca cambiar el concepto de la ciudad central hacia una ciudad policéntrica, pensando en mejorar la calidad de vida de la población mediante las distancias cortas, accediendo a funciones esenciales en la vida urbana como; habitar, trabajar, educarse y, descansar. En los 90 se pensaba resolver el problema de las distancias con la inversión en infraestructura. Construyendo autopistas, puentes y sistemas de trasporte más veloces, lo cual con gran dificultad las ciudades han tratado de resolverlo; pero se han olvidado que se debe reducir el tiempo o acceso a los servicios en distancias cortas. Por ello el trabajo de investigación se centra redescubrir todos los recursos de proximidad, utilizar mejor el área urbana, ofreciendo lugares con múltiples usos. pensando en un espacio público como lugar de encuentro. En eso se basa la teoría de las ciudades con desplazamiento cortos y proximidad. De la misma manera otros urbanistas proponen la reconfiguración del espacio peatonal, ofreciendo andenes más amplios y acompañados de la naturaleza. Ciclovías en red y programas nuevos para incentivar el uso. Como por ejemplo mediante las bicicletas eléctricas de uso público para determinados grupos de población.
Otro concepto interesante es de Jane Jacobs, quien difundió y desarrolló “la ciudad viva”. escribió sobre la proximidad del vecindario en la población para sentirse más acomodados y seguros: “En un vecindario, se dan múltiples relaciones sociales, es un entorno donde la simpatía y los sentimientos pueden crecer
En el caso nuestro este tipo de alternativas para mejorar la calidad de vida. Son opuestas a la equivocada intensión de la administración de Neiva al pretender aumentar al perímetro urbano en 142 has, cuando en el actual se tiene 400 Has sin desarrollar aproximadamente. Sin contar las áreas incluidas con la Ley Lleras en el 2015 con más de 80 has que no se han logrado desarrollar entre otras cosas por los problemas de servicios públicos. Sobre esto el Estudio de Ciudades Sostenibles entregado por Findeter en el 2018 en Neiva, es muy claro en precisar las consecuencias, y desventajas si continuamos creciendo tendencialmente, aumentando la mancha urbana y no pensando en densificar para reducir costos en movilidad, servicios públicos, seguridad, espacio público etc. Pensar en una ciudad extensa riñe con la nueva agenda urbana de las ciudades, pensada en la proximidad y la mixtura. Fortaleciendo valiosas unidades territoriales como los barrios. No existen argumentos para ampliar el perímetro urbano, se hace una equivocada interpretación de la ley 1753 del 2015. Solo es aplicable para los municipios por una única vez y el municipio de Neiva lo realizó en el 2015.
El problema de la población sin techo se deriva de la falta de oportunidades de trabajo, acceso a la educación, salud y demás servicios básicos, por ello no creo en estas soluciones de corto plazo. Conocí una experiencia de la Fundación Santo Domingo, conformaron una asociación de vivienda y posteriormente una cooperativa de trabajo cercano a sus sitios de residencia, lo que les ha permitido mejorar en calidad de vida. Las soluciones deben ser integrales. Neiva es considerada una ciudad compacta mas no densa con ello quiero decir que se debe fortalecer la infraestructura de servicios para permitir densidades y propuestas urbanísticas acordes con la nueva agenda urbana.
La causa de las emisiones de CO2 tiene su origen en la movilidad. El calentamiento global, es una amenaza real y la única solución no es construir más vías e infraestructura. Debemos pensar en planificar para reducir los desplazamientos. La tendencia mundial urbana es la proximidad y esto armoniza con el concepto de ciudades caminables y en bicicleta.
