Hace más de veinte años tuve la oportunidad de participar en la estructuración de un proyecto conocido como la Emisora Nueve Stereo. Claro, que más que un proyecto, más que una estación radial comunitaria, más que una escuela de formación de periodistas, locutores y controladores de audio, la Nueve Stereo era un Colectivo Ciudadano de Formación Integral.
Un espacio que propició la integración de jóvenes y adultos, hombres y mujeres, estudiantes y profesores, expertos e inexpertos, todos con deseos de aprender, de enseñar, de aportar, de contribuir a la consolidación de un escenario que permitiera marcar una diferencia social en la Comuna Nueve de Neiva, y que desde la base de principios y valores, pudiera contribuir a la conformación de proyectos de vida en medio de las dificultades y limitaciones que vivían muchos jóvenes del sector.
Hoy, gracias a ese colectivo ciudadano, varios de esos jóvenes son profesionales universitarios, otros son profesionales en diferentes oficios, ciudadanos rectos, honorables, trabajadores, responsables y disciplinados; también son padres de familia ejemplares, artistas, líderes sociales y emprendedores. Todo un aporte social digno de ser emulado por los gobiernos y el Estado.
Se puede decir que la Nueve Stereo le arrebató esos jóvenes a una sociedad que no les ofrecía nada para su proyecto de vida. No les ofrecía oportunidades de trabajo ni de estudio. No les brindada las condiciones de seguridad ni de crecimiento como personas emprendedoras.
Hay que decir, también, que todo ese trabajo se dio sin presiones y sin retribuciones económicas de ninguna índole y para ninguna de las partes. Fue un proyecto absolutamente voluntario por parte de unos líderes comunitarios de este sector de la ciudad. Toda una labor realmente transparente, edificante y fructífera en términos sociales.
Estaría incompleta esta columna si no mencionara los nombres de quienes hicieron posible todo este colectivo, a quienes marcaron la pauta e iniciaron este gran proyecto. Mario Robayo, alma y nervio de este proyecto, es, indiscutiblemente, quien lideró toda esta iniciativa, convocó, organizó, legalizó y gestionó todo lo pertinente para que la idea se hiciera realidad. Un líder innato, un soñador, un visionario, un maestro, y hasta llegó a convertirse en padre de familia y acudiente de muchos de esos jóvenes. Mario estaba pendiente de que esos muchachos rindieran en sus estudios de colegio también, pues, ese rendimiento y buen comportamiento escolar, llegó a convertirse en uno de los requisitos para pertenecer a la Nueve Stereo.
Hoy, todavía mantiene contacto con sus pupilos, sus muchachos como los sigue llamando, porque siguen siendo sus muchachos, y ellos aún acatan sus recomendaciones y sugerencias. Todo un gran líder. Muchas gracias Mario, por las oportunidades brindadas.
Cuando conozco a líderes como Mario, recuerdo estas palabras de Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”
Otros nombres son Oswaldo Cuéllar, Edgar Borja, Deiby Martínez, Zullymayiber, Pancha, Frank Eduard Diaz, Yesid, Hiber Córdova, Leandro “Mago Leo”, Yenny, Fabián Vargas, Mauricio Robayo, Edwin Robayo, Hernán Castro, y varios otros que se me escapan. A todos, un mensaje de gratitud por haberme permitido hacer parte de ese valioso colectivo ciudadano, pues, ello me hace sentir hoy orgulloso de ustedes por lo que son, y por lo que pueden enseñar y compartir con las actuales generaciones. Mil felicitaciones y muchos éxitos en este nuevo año.