El año 2021 fue considerado el mejor año de la última década para las materias primas o commodities, según el bloomberg spot index, con una ganancia del 27%, la máxima desde el 2009. Todo esto en gran parte debido a la inflación provocada por los estímulos fiscales sin precedentes en el año 2020, casi que el mismo caso de la crisis económica del 2008.
El mejor desempeño dentro de las commodities fue la energía; el gas natural creció aproximadamente un 47%, el petróleo creció 55%, y el carbón llegó a aumentar en al menos 160%. El segundo grupo que aumentó sustancialmente es el de los metales industriales; el cobre tuvo un crecimiento del 26%, el níquel a su vez 25% y el aluminio un 42%. Por su lado, el oro sigue oscilando por encima del promedio de los últimos 5 años.
Todo esto es una buena noticia para Colombia, ya que llegarán más ingresos de los proyectados y mucho más cuando se está incentivando de una manera significativa proyectos de gran envergadura que le permitirán a Colombia participar de esta bonanza de los commodities. Cabe resaltar lo expresado por el ministro de minas Diego Mesa en días pasados lo que es una gran noticia para Colombia, en términos de hidrocarburos mencionó 69 nuevas adjudicaciones de contratos, los cuales tienen obligaciones solo en la etapa exploratoria de US 3.500 millones, en su mayoría las adjudicaciones son de gas natural, conocido también como el hidrocarburo de la transición.
En términos de minería, proyectos como gramalote ubicado en San Roque (Antioquia) que está pendiente de una modificación de la licencia ambiental, se estima que la construcción de la obra civil comience a mitad de año según lo indicó el ministro; Así mismo se esperan avances significativos en la ampliación de la mina de Marmato (Caldas) de Aris Gold, que pasará de producir 22.000 onzas de oro a 200.000 onzas de oro en los próximos 2 años.
Colombia debe aprovechar esta bonanza de las materias primas para tapar los huecos fiscales que dejó y sigue dejando la pandemia, que hoy parece interminable. Lo más importante para lograrlo es que haya realmente una seguridad jurídica y no se cambien las reglas del juego para que estos proyectos puedan llegar al punto de generar recursos, regalías, generar valor a los grupos de interés y empleo. Sobre todo, dar un mensaje a los inversionistas que en nuestro país aún se puede y se podrá invertir en el sector minero energético, sector que siempre se ha caracterizado por ser una fuente enorme de ingresos para el país y que hoy es uno de los principales protagonistas de la reactivación económica.
