Mientras en otros países los expresidentes pasan discretamente a su retiro, sin obstaculizar y cuestionar con saña a sus sucesores, en este platanal de violencia, corrupción y politiquería, donde se da silvestre la codicia por el dinero y el poder político, se aspira a ser presidente no para ejercer el cargo en beneficio de la sociedad, sino para ser expresidente con el fin de seguir jodiéndonos ejerciendo proclives liderazgos, atosigándonos pérfidamente generando confusión y odios fungiendo como profetas del desastre para mantener su vitando poder, sobre todo cuando se trata de atajar al auténtico contradictor político.
Y precisamente eso es lo que hace con perversidad el expresidente más ingrávido por su incompetencia que después se disputará el galardón con Duque, cual es Andrés Pastrana, quien actuando cínicamente y con cizaña al peor estilo del malvado expresidente Trump, en una entrevista concedida a la ahora cuestionada revista Semana, anuncia como ave de mal agüero siendo hijo del fraude para llegar a la primera magistratura como ocurrió efectivamente con su padre-, un presunto fraude en las próximas elecciones presidenciales que estaría insólitamente cocinando Gustavo Petro que es quien pide garantías, por haberse reunido en España como candidato inatajable a la presidencia con la empresa Indra que va a manejar los datos electorales, seleccionada por el establecimiento que ha cooptado todos los organismos de control y la Registraduría, que son los que pueden cometer obviamente el fraude electoral.
Porque el propósito de este Trump criollo es anticiparse a la deslegitimación del seguro triunfo electoral de Petro con fines de violencia política -esa que le ha permitido a la derecha mantenerse en el poder metiendo miedo-, demostrativa de su perfidia e indolencia con este martirizado pueblo sumido en la corrupción y la violencia por cuenta de sus desmanes, y dispuesta a hacer lo que toque, porque ya sabemos que todo vale para seguir manipulando este país en su beneficio politiquero, patente históricamente acudiendo al fraude y al asesinato de nuestros más destacados dirigentes políticos.
Mayor perfidia electoral imposible de este incendiario e incompetente expresidente que tiene el mayor rechazo en la opinión pública como tal, que ha estado dispuesto a aliarse como siempre lo han hecho con sus pares para seguir alternándose el ejercicio del poder como lo hizo con Uribe después de haberlo sindicado de líder de la parapolítica, para elegir a Duque, a quien ahora fustiga no por su desastroso gobierno , sino por no haber satisfecho su bulimia burocrática producto de esos pactos politiqueros a los que no tienen acostumbrados en su egolatría y su codicia para seguir pegados de la ubre pública en su beneficio, como ha ocurrido aquí en el Huila con el oprobioso pacto de la cuestionada empresa electoral de los González Villa con la clientela del partido liberal que encabeza Rodrigo Villalba en la región para seguir detentando el poder, que debe ser rechazado contundentemente en las urnas por el elector decente, si queremos algún día librarnos de esta hegemonía siniestra propiciando un cambio rotundo de la dirigencia política.
