El día martes de la presente semana en la apertura de la feria turística de ANATO, el presidente Duque anuncio la decisión de las autoridades sanitarias del país de levantar la obligatoriedad del uso del tapabocas en espacios abiertos. Medida que está condicionada, y que en principio solo se podrá aplicar en municipios cuya vacunación supere el 70% del total de la población. Solo resta que el gobierno nacional, modifique el decreto de emergencia sanitaria que permitirá a las autoridades locales aplicar la nueva medida.
Creo que nos demoramos un poco para tomar esta decisión, pues la mayoría de países ya hace algunos meses habían empezado a flexibilizar las medidas para contener el contagio, es urgente volver a recuperar la normalidad. Sin duda este lineamiento sanitario devolverá de a poco la confianza de la ciudadanía y se favorecerán los negocios y las empresas que desarrollan su labor en espacios públicos, y de manera colateral se reactivará la economía de todos los sectores, y se deberían recuperar más puestos de trabajo e incrementar la formalidad. .
Al mismo tiempo que el gobierno des escala las medidas anticovid, se requiere que las entidades públicas y privadas se vayan adaptando a la “nueva normalidad”, con el fin de facilitar la vida cotidiana de los ciudadanos, pues estas se aprovecharon y hasta abusaron del Covid, en la medida que se plagaron de restricciones y que cada empresa se fue “inventado “a su antojo, límites de aforo sin ningún estudio, filas y salas de espera en las calles, formularios, aplicaciones y registros propios de cada una, medidas que sin lugar a dudas están más relacionado con conveniencias y limitaciones administrativas, que con reales medidas para prevenir el contagio del virus.
Celebro la nueva decisión del gobierno, la flexibilización de las medidas nos invitan y nos obligan a asumir compromisos como ciudadanos: completar el esquema de vacunación, continuar con el uso del tapabocas en espacios cerrados, practicar el lavado de manos de forma frecuente. No olvidemos que la duración de nueva medida está sujeta también al comportamiento ciudadano, al desarrollo del panorama sanitario, que de verse afectado podría obligar a las autoridades sanitaras a revertirla. Es la hora de “aprender a convivir con el covid”, y demostrar que como sociedad somos capaces de adaptarnos a los retos que nos impone la naturaleza.