Quedó en letra muerta el artículo 11 de la Constitución de la Republica de Colombia que dispone: “El derecho a la vida es inviolable”, después del anuncio de la Corte Constitucional (aún no se conoce el texto de la sentencia), sobre la despenalización del aborto hasta la semana 24 de la gestación.
Mal ejemplo se le ha dado al país nuevamente, por parte de la Institución a la cual se le ha confiado precisamente “La guarda de la integridad y supremacía de la Constitución”, como lo impone el artículo 241 de nuestra carta magna, y cuando los ciudadanos reclamamos el rescate de la Institucionalidad, pisoteada casi a diario por unos y otros, ante la indiferencia, permisibilidad, complacencia, y complicidad de los órganos del Estado y de la opinión pública.
Algunos medios de comunicación y unas personas han calificado esta decisión de “Histórica” y como un gran avance al “Derecho” de la mujer de actuar con plena libertad de conciencia de procrear o de no hacerlo, y que el Estado y los particulares no pueden intervenir.
Ya nos estamos acostumbrando, sin que nada pase, a que la Honorable Corte Constitucional se atribuya funciones que no se le han asignado, como la de legislar, suplantando al Congreso de la Republica, o de interferir la función de la rama ejecutiva, como sucedió recientemente al “Prohibirle” al gobierno nacional la utilización del glifosato en la fumigación de los cultivos ilícitos, en contra de lo estipulado en el artículo 113 de la Constitución nacional que impone a los diferentes órganos del Estado la colaboración armónica para la realización de sus fines, no obstante tener funciones separadas.
Creemos, como lo ha manifestado gran parte de la opinión pública, que con esta decisión se ha dado paso a un verdadero genocidio de bebes en gestación, en contravía del derecho natural a la vida y de las normas consagradas en nuestra Constitución. Tampoco se tuvo en cuenta el principio de cosa juzgada sobre la decisión ya tomada anteriormente, en el año 2006.
Un reconocimiento a los magistrados que se apartaron de la cruel ponencia de Antonio José Lizarazo y Alberto Rojas. Son ellos: Jorge Ibáñez, Cristina Pardo, Gloria Ortiz y Paola Meneses.
ADENDUM: El llamado comité del paro nacional canceló la protesta contra el alto costo de vida que había sido convocado para el 3 de marzo. Vale la pena recordar que fue precisamente ese comité el principal causante del desmesurado aumento de los precios de alimentos y servicios. Han quedado claras sus verdaderas intenciones políticas, al anunciar en el mismo comunicado, su apoyo a los candidatos del pacto histórico y del centro esperanza.
