Por: Mario Solano
Nuestra institucionalidad se deteriora aceleradamente y es así como vemos algunos sindicatos haciendo política descaradamente y no cualquier sindicato, nada más que el de la educación, el cual promueve paros a diestra y siniestra sin importar para nada el tema de la educación, siendo así vemos como ahora se inventa la excusa de la inflación para hacer paro, ( acaban de modificar la fecha y motivos) este punto es más traído de los cabellos, cuando es claro que el tema de la inflación es un problema mundial, es como si llamaran a paro porque en Colombia hay covid, de manera clara se les ve la intención política, lo cual, en vez de fortalecer un sindicato, hace lo contrario y, se gana es el desprecio de los padres de familia, de los colombianos trabajadores que les pagan sus salarios y pensiones. Por protesta como estas, con temas que tienen que ver más de un partido político, que una agremiación de educación, de hecho, están actuando hace años como partido político, de ahí la pérdida de credibilidad, la gente ya no lees cree, ni se afilia a los sindicatos, perdiendo cada vez más personas que vean con buenos ojos este tipo de organizaciones, que nada aportan al desarrollo de una sociedad, pero si le aporta mucho a los pequeños intereses de sus directivas, que poco trabajan y poco hacen por sus afiliados, de manera tal que Colombia es de los países con los peores rendimientos en exámenes PISA,(son las pruebas de conocimiento internacional) y por esto, si no se pronuncian, o no les importa, o las pruebas SABER, (son las de conocimiento a nivel nacional que hace el Icfes), las cuales dejan mucho que desear de la calidad de nuestra educación. Esto viene a hacer una modalidad de eufemismos (expresión más suave) que se han puestos de moda, por ejemplo; ya les da escozor decir, que secuestraron, ahora es retención; al tramposo y el engañador ahora es habilidoso; ya no hay marihuaneros, hay consumidor de cannabis. Así se viene desfigurando absolutamente todo, y ha dejado de llamar las cosas como son, y las instituciones desfigurándose por tratar de dar a conocer una imagen o un hecho, que es clara para la comunidad, con un nombre que les suavice su irregularidad, por eso se ha perdido la institucionalidad, ya nadie cree en nada, los políticos en su mayoría dicen hacer una cosa y hacen otra después de elegidos, y se encuentra una ciudadanía ya en un 50% que no votan, ellos se sienten victimas del sistema, pero a la vez son cómplices o alcahuetas porque, el no votar, permite que una minoría este decidiendo por ellos y después salen a denigrar del sistema, por eso se tiene que invitar a los amigos a votar, es nuestra única herramienta que define el camino a transitar en este país. Desde esta columna los invito a una gran campaña para salir a votar este 13 de marzo contra ovejas disfrazadas de lobo. Los hechos son los valen.
