Los huilenses estamos soportando los impactos negativos en la infraestructura productiva provocada por el cambio climático, que están permeando el bienestar general de la sociedad mundial. Hemos sido reiterativos que estamos siendo afectados por una creciente oleada invernal que se está presentando en horas nocturnas, mientras los días son soleados, aumentando las temperaturas. Se están generando grandes procesos desestabilizadores en la dinámica económica del territorio huilense. El uso masivo del carbón y de los hidrocarburos como combustibles para generar energía eléctrica y para el uso en la locomoción, están creando grandes desequilibrios en el medio ambiente. Es indispensable que los países empiecen a cambiar estos usos industriales y enfocarlos para la producción de bienes sustentables.
No basta el flagelo social y económico que hemos padecido por los casos confirmados de Covid y fallecimientos en nuestro territorio, que tuvo semiparalizada la dinámica productiva, con sus consecuencias adversas para el bienestar de las familias, cuando se empieza a presentar una intensa oleada invernal, que contribuye a diezmar las posibilidades de recuperación en el corto plazo. Estamos asistiendo a las diferentes transformaciones que está presentando el clima, provocando variaciones bruscas en las temperaturas.
De acuerdo con el informe consolidado de la Oficina de Gestión del Riesgo del Departamento, durante la presente vigencia, se han presentado la afectación hasta la fecha: 280 familias damnificadas, 2 viviendas destruidas, 271 viviendas averiadas, 58 vías afectadas, 3 puentes vehiculares, 2 puentes peatonales, 9 acueductos, 3 sistemas de alcantarillados, 1 centro de salud y 12 reportes de cultivos sin cuantificar presentados en 25 municipios, para un total de 54 eventos naturales registrados.
Durante el fin de semana anterior, una remoción en masa ocurrida en el centro poblado Valencia de la Paz, en el asentamiento Brisas del Río en el municipio de Íquira, dejó una vivienda destruida donde falleció un menor de edad de 5 años. Se están presentando grandes transformaciones en el clima y en el entorno, porque en el área de influencia de las cuencas altas de los ríos y quebradas está ocurriendo un creciente deterioro, por el accionar irracional de sus moradores. La deforestación progresiva, los incendios forestales y las prácticas agroforestales inadecuadas, contribuyen a desestabilizar dichos terrenos, especialmente en las zonas de alta pendiente.
La naturaleza sigue su marcha, con todas sus variaciones climáticas, y lo que de ellas se desprende, a veces con duras consecuencias. El mundo parece haber cambiado en todas sus líneas. En lo que se refiere al invierno en Colombia, que los antiguos tenían en mente en los meses de abril y mayo, lo que llamaban comúnmente el “general invierno”, las lluvias están golpeando hoy con dureza varias zonas, y, como es natural, para estos eventos no se está lo suficientemente preparado.