Entender el conflicto Rusia vs Ucrania es más complejo de lo que aparenta. De hecho, todos los días surge una teoría diferente sobre las causas de la guerra entre los dos países vecinos. Ucrania fue en su momento, una de las regiones a la que la Unión Soviética le invirtió mayores recursos. El 24 de agosto de 1991, Ucrania logró la independencia de la URSS después de tres siglos. Hoy, el país está gobernado por un presidente que no es proruso, quien incluso acaba de solicitar su ingreso inmediato a la Unión Europea. El tratamiento que se daba a los rusos residentes allí fue la primera motivación esgrimida por Putin para justificar la invasión. Ucrania es el segundo país más grande del continente europeo, con 600 mil km2 de superficie y 42 millones de ucraniano-parlantes. Aunque el conflicto es entre dos países, hay tanto en juego y es tan grande la incidencia en el mundo por lo que pasa, que mientras a los economistas les preocupa qué va a pasar con el dólar, la FIFA y la UEFA expulsan a Rusia de todos sus torneos, es decir el mundial de Qatar y la copa europea. USA ya hizo retirar a todos los diplomáticos rusos de su territorio. Alfonso López Caballero, quien hasta hace un mes ocupó por cinco años el cargo de embajador en Rusia, considera una provocación el hecho que en Ucrania se prohibió el uso de la lengua rusa en su territorio, cuando el 80% de los ucranianos son bilingües y hablan el ruso. Prevee López que puede ocurrir algo desastroso si sacan a Rusia del sistema SWIFT que permite todas las transacciones monetarias internacionales. “Rusia quedaría excluida de la economía mundial y eso tendría un efecto grave”. España recibe anualmente cerca de un millón de turistas rusos. Si los excluyen del sistema SWIFT sus tarjetas de crédito no podrán funcionar y financiar sus vacaciones, lo cual afectaría el turismo, fuente importante de la economía ibérica. En su concepto, la situación tiene que acabar pronto porque la interdependencia entre Europa y Rusia es muy grande y ahí el suministro de gas es un factor vital. Europa depende, casi en un 50% del gas ruso para suplir sus necesidades energéticas. Dios quiera cese pronto esta guerra que ha dejado varios centenares de muertos en ambos bandos.