Víctor G. Ricardo
Nunca antes en Colombia había sido tan importante que todos los colombianos, sin excepción, fuéramos conscientes de la importancia que la hora presente nos lleva a tener la gran responsabilidad de sufragar nuestro voto, como el máximo derecho constitucional, para elegir el próximo domingo los nuevos senadores, representantes a la Cámara y los candidatos que ganen las consultas, que se llevarán a cabo también el próximo domingo, para escoger el mejor de los candidatos, entre aquellos que se presentan como posibles aspirantes a la Presidencia de la República de Colombia, bajo las distintas alianzas y coaliciones.
No es para nadie desconocido la gran incertidumbre que hay hoy en el mundo por distintas razones, desde cambio climático, diversidad, enfrentamientos políticos y religiosos, entre otros. Todos estos problemas se entrelazan entre sí y hacen que estos resultados, en el caso especial de Colombia, sean absolutamente claves para determinar nuestro próximo futuro.
En algunos países se observa cómo, por no haber escogido bien a sus gobernantes hoy están viviendo una crisis profunda, tanto en los aspectos políticos como en los económicos.
En algunos otros, están en una crisis porque los valores éticos y los principios morales los han llevado a que la corrupción se haya tomado las acciones tanto públicas como privadas. Adicionalmente hay países que han tenido que convivir con el tenebroso tema del narcotráfico, donde además de las secuelas que este vicio deja en la salud, en los países productores además se acaba con el respeto a la vida, la seguridad, la libertad de los ciudadanos y hasta las democracias.
Por último, hoy el mundo se encuentra en una inmensa incertidumbre al ver cómo el gobierno ruso ha atacado el territorio ucraniano y cómo en esta guerra, en pleno siglo 21, los bombardeos acaban con las ciudades, los trenes, edificios, infraestructura y lo peor con la vida de inocentes que buscando salirse de su país en medio de la guerra, familias que se ven separadas, jóvenes que ven sus derechos, su libertad y su educación afectada, un futuro que los ciudadanos imaginaban posible cada vez más complicado, mientras muchos pierden sus vidas de manera vil y aterradora.
Todo lo anterior para significar por qué los colombianos tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en participar en las elecciones, sabiendo elegir a los mejores candidatos y aprovechando también para castigar a los corruptos y oportunista que aprovechan la ingenuidad de los votantes para querer ser elegidos en los cuerpos colegiados. Las malas decisiones, las decisiones irresponsables, la no participación, como se ha visto en todos los anteriores ejemplos, pueden tener consecuencias nefastas e incorregibles.
Nadie, absolutamente nadie que sienta afecto por su patria puede dejar de participar con su voto en las próximas elecciones. De no hacerlo, se debilita la democracia y se pierde el derecho de exigir algo de lo cual no se ha participado.
En futuro de nuestra querida Colombia está en nuestras manos y no podemos ser inferiores a la gran responsabilidad que la hora presente nos demanda.