Por: Julio Bahamon Vanegas
Me corresponde hacerlo desde dos ángulos dsitintos; primeramente, sobre los resultados nacionales, teniendo como referencia los datos de la elección de los candidatos de las tres coaliciones que mantuvieron en ascuas al país, en la tarde y, buena parte de la noche del domingo pasado.
Las mismas cadenas de televisión resolvieron adelantar la información sobre los efectos que en la opinión pudiera producir las consecuencias de esa elección. La coalición Pacto Histórico de Gustavo Petro ya tenía, de sobra, calculado el triunfo, pero jamás intuyo que su compañera de coalición Francia Márquez alcanzara un resultado tan importante al interior de la coalición de izquierda, de más de 800.000 votos, que la coloca en una posición privilegiada ante el mismo Candidato Petro que se verá obligado a pensar, muy bien, cuando vaya a escoger esta semana, su fórmula vicepresidencial
De otro lado, podríamos decir que el gran derrotado en las consultas fue Gustavo Petro. Pese a haber obtenido 4,3 millones de votos personalmente, los votos de la lista cerrada del Pacto Histórico para el Senado solamente alcanzaron para elegir 16 curules que equivalen al 15% del senado y, apenas 25 representantes a la cámara, esto es, el 13% de los escaños de la corporación. Los augurios de Gustavo Bolívar, su escudero tira piedras, no se cumplieron, cuando hablaba, antes de los comicios, que elegirían 30 senadores y al menos 50 representantes.
Por ese lado, los colombianos podemos dormir tranquilos, pues así llegare, a la improbable situación de ganar la presidencia, no tendrá un congreso mayoritario, ni sumiso. Pero como las cosas le salieron al revés, lo que vimos fue a una coalición Por Colombia triunfante con un Federico Gutiérrez ganador y avanzando hacia un triunfo que desde ya damos por descontado.
En segundo lugar, debo reconocer que es muy triste lo que le aconteció a mi partido. Me duele profundamente que nuestro excelente candidato para el Senado, el Dr. Álvaro Hernán Prada no hubiese alcanzado su elección. Pero como le dije el lunes, después de conocer los resultados: Ud. Dr. Prada no perdió nada, perdimos los huilenses que no tenemos la fortuna de tenerlo como senador por el Departamento del Huila. Por suerte, Álvaro Hernán es un curtido líder y se repondrá de esa adversidad pasajera y muy pronto lo tendremos nuevamente dirigiéndonos y organizándonos para la próxima contienda electoral.
Triste saber que hubo manos extrañas en el mal trato que le dieron al Dr. Oscar Iván Zuluaga. Me dicen que desde la misma presidencia de la república se manejaron los hilos de la división que fue auspiciada por el mismo presidente Duque. Esa conducta se conoció desde cuando el presidente les hizo saber al Dr. Álvaro Uribe y a Oscar Iván Zuluaga que, si las cosas no se hacían como él quería, que no contaran con él. Lo padecimos en el Huila: Ernesto Macías, en obediencia a su amo, llevó al Huila una candidata desconocida con el firme propósito de quitarle votos al Dr Prada y, logró restarle más de 5.000 votos que le hicieron falta. Avaló una lista parroquial para la cámara cuya suerte estaba cantada. Dividió a Pitalito y, desde luego, no alcanzaron los votos para cumplir con el umbral y todos se ahogaron. Torpeza y ceguera política. Esa tercera derrota lo inhabilitará definitivamente para futuras elecciones.
El triunfo de Federico Gutiérrez con el 54% sorprendió a sus compañeros de coalición, esa victoria le dio un claro liderazgo que ya lo vimos con la renuncia que, con gallardía presentó a su candidatura Oscar Iván Zuluaga, quien, dando un ejemplo de grandeza, adhirió a la aspiración de Fico. Necesariamente no puedo coincidir con lo que en su columna de opinión afirmó el señor Sergio Araujo, titulada: “La primera de las tres vueltas”, de que la victoria de Fico es un triunfo de Duque. De alguna manera es una falta de consideración con el candidato Gutiérrez y una colosal desfachatez del columnista, y una intromisión indebida del presidente, que, de ser cierta, bien podría ser investigado por la Procuraduría General de La Nación.
Los Uribistas votaremos por Federico Gutiérrez sin necesidad de que intervenga el gobierno nacional. Duque le debe su presidencia al partido y a Uribe, y ahora, poseído de soberbia, los traiciona.
La intervención inusual de Iván Duque en el proceso creo una profunda división y partió el partido que lo llevó a ser presidente. Increíble que el presidente de Colombia terminara votando en la consulta interna de un grupo que despreció a nuestro candidato y al CD, lo cual evidencia una descomposición y una terrible deslealtad.