Por: Carlos Yepes A.
Ante los resultados que dejan al Huila sin representación en el Senado se revive la necesidad de que debemos actuar como región y se debe de trabajar por constituir de una vez por siempre un bloque surcolombiano, un frente de trabajo que ayude a consolidar el tan anhelado desarrollo.
La Región Surcolombiana, como se estableció en su primera cumbre de gobernadores en el año 2000, se encuentra conformada por “los Departamentos del Cauca, Caquetá, Huila, Nariño, Putumayo y Tolima, constituyen una región geográfica social y cultural ubicada al sur y occidente de la República de Colombia, comprende una extensión de 219.978 kilómetros cuadrados equivalente al 19.26 % del territorio nacional, con una población de 5 ́947.869 habitantes que equivalen al 14 % del total del país”
Así mismo, en esta región se localiza el nudo cordillerano, conocido como el Macizo Colombiano que constituye una de las ecorregiones estratégicas más importantes del país; está conformada por la confluencia de los ecosistemas Andino, Amazónico y Pacífico; ha sido denominado “Estrella Fluvial del Pacífico» porque allí nacen los principales ríos de Colombia como son: Magdalena, Cauca, Putumayo, Patía, Caquetá y Saldaña. Por su gran biodiversidad, cultura y riqueza hídrica, la UNESCO en 1986, declaró al macizo Colombiano como Reserva de la Biósfera.
Esta significativa riqueza ambiental y cultural junto con la gran magnitud socioeconómica de la Región Surcolombiana vista desde el contexto nacional, invita a consolidar esfuerzos encaminados a construir procesos de desarrollo más integradores, con estrategias claras, concretas y con una visión no menor a cincuenta años. La nueva composición de los representantes al Congreso de la República elegidos por la región suma 9 Senadores (4 de Nariño, 3 del Tolima y 2 del Cauca) y 27 Representantes a la Cámara (7 del Tolima, 6 de Nariño, 4 del Huila, 4 del Cauca, 3 del Putumayo y 3 del Caquetá) donde están representadas todas las tendencias políticas, lo que facilita el inicio en una gran cumbre para el entendimiento mutuo, el intercambio de experiencias y el fortalecimiento de lazos grupales. Esta debe ser la primera piedra de una estrategia para construir una política pública conjunta de desarrollo sostenible para ayudar a salir de la pobreza a esta olvidada región.
La agenda inicial podría contener tres ejes fundamentales. La ciencia y la tecnología, que busque y concrete una red de cooperación científica entre los socios de la región; un segundo eje que promueva una agenda de conectividad, que dinamice las obras de interconexión vial, aérea y fluvial de la región y un tercer eje debe liderar proyectos de desarrollo con iniciativas del cuidado del medio ambiente. La visión de desarrollo que se construya tendrá que enfocarse a la protección del ecosistema, como principal prioridad de la agenda regional. No hay ningún país en el mundo que no haya sufrido los impactos del cambio climático. Un componente fundamental lo constituye también el diálogo y la convivencia para lograr la meta común de paz y estabilidad que tanto necesita el país y en especial nuestra región surcolombiana.
Queda la iniciativa planteada para que esta “primera piedra” se materialice en una nueva cumbre de la Región Surcolombiana dónde se den cita los nuevos congresistas con los gobiernos locales y la comunidad para liderar la construcción de una política pública para el desarrollo de la región.
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