Por: Jose Eustacio Rivera
Los resultados arrojados el 13 de marzo tienen un significado histórico para la región y para el país. El sistema electoral es seriamente cuestionable y genera dudas y desconfianza en todos los partidos, algo supremamente grave para la institucionalidad del país. Algunos sectores quieren poner en paralelo el fraude evocado el 19 de abril de 1970.
La misma registraduria ha venido reconociendo errores y días después el pacto histórico sumó cerca de medio millón de votos en el escrutinio. La MOE habla de un sin numero de irregularidades y no descartar un posible fraude, que hasta el momento solo queda en especulación.
El sistema electoral colombiano es demasiado “chapado a la antigua”, es complejo y genera reiteradamente equivocaciones en el diligenciamiento y conteo. Hay grandes inocuidades en el tramite de los E14 que es en donde mas se aumentaron las inconsistencias. Los testigos fueron claves en los diversos puestos de votación donde se identificaron grandes fallas. Queda en el aire si los errores fueron corregidos o si hubo manipulación para alterar los resultados.
No se puede caer en poner en tela de juicio a la organización electoral, he sido defensor de las instituciones. La desinformación y la conspiración de la misma no puede ser base de discusión. Caer en las tesis de los ex presidentes Pastrana y Uribe de enlodar el proceso electoral es supremamente grave. No me cave en la cabeza que el gobierno venezolano tenga que ver en algo frente a la situación.
Generar sosobra y miedo con falsas tesis es muy peligroso, sea de cualquier orilla politica. Quienes pierden y perdimos en democracia, no podemos poner en especulacion este tipo de situaciones que agitan el fervor popular.
Todo esto deja en evidencia y claridad que el sistema electoral necesita una reforma estrutural como muchas politicas publicas que hoy no funcionan en el pais. El registrador venia con mantos de estigmatizacion y duda por parte de los diferentes sectores, no genera confianza, hoy lo pone en los ojos del huracan y medio pais pidiendo su renuncia.
Nuestra democracia es defectuosa y muy precaria, pero es la que tenemos y hemos diseñado por muchos año. Ante su debilidad hay que ser vigilante. Ponerla en duda es negar el triunfo de quien gano con mayorias, sea quien sea el presidente hay que reformar el sistema electoral para no caer en señalaciones irresponsables.