Una serie de asesinatos que se han presentado en Medellín han alertado a las autoridades. La cuestión es que seis de estos se han cometido contra gais en los últimos tres meses, y en similares circunstancias, lo que ha encendido las alarmas por una posible sistematicidad en los casos.
Para Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, es evidente que no se trata de hechos aislados. “Hay tres características que tienen que ver con una sistematicidad que está dada por el modus operandi, por la manera en la que se manipula la escena de los hechos para hacer creer al investigador que la muerte fue fortuita, por el arma que utilizan y por tratarse de violencia por prejuicio que ocurre por la misma característica, es decir, contra hombres gais en sus domicilios o residencias, después de conocer a su victimario en un espacio de divertimento, que se presumía como un espacio seguro”.
Entre tanto, la organización estableció que en cuatro de estos casos hay tres características en común, que son las agresiones a personas solas en espacios privados, la situación de indefensión en las que son puestas -ya que fueron encontradas atadas- y la asfixia mecánica como método de asesinato. Mientras que en todos los casos se evidencian otros factores, como que no hubo amenazas previas y que se tiene información de que las víctimas estuvieron acompañadas voluntariamente de sus atacantes, lo que demostraría que buscaron ganar su confianza antes de cometer los crímenes.
Por su parte, Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, asegura que, “Lo que hemos encontrado es que sí es por robarlos, pero no entendemos por qué terminan asesinándolos, y por eso nuestra pregunta sobre los homicidios LGBTI es cuándo esos homicidios se basan en discriminación, odio o prejuicio, porque en Colombia matan fácil por robar una bicicleta. En el caso de Guillermo, se descubrió que se trataba de una banda que se dedicaba a contactar a hombres gais, a los que llevaban a sus casas, los robaban y los terminaban asesinando. Esa fue la primera condena en la que un juez aplicó como motivante la discriminación”
No obstante, Colombia Diversa ha identificado asesinatos similares en otras partes del país, como Bucaramanga y Bogotá; sin embargo, Castañeda manifiesta que una oleada similar ya se había presentado en la región en 2017. “En moteles de Medellín, Manizales y Pereira se presentaron casos similares a los de ahora, y de ahí se determinaron dos asuntos: el primero es que los sitios de diversión terminan siendo permeados por delincuentes que se camuflan para encontrar a hombres gais solos; el segundo, que le sirve a la Fiscalía, es que, al igual que hoy se habla de una camioneta que estaría implicada en dos casos, en ese momento existía una banda dedicada a robar a hombres gais, que no tenía motivación asesinarlos, pero sí de reducirlos al considerar que eran ciudadanos más vulnerables”.
Ante estos patrones, la Alcaldía de Medellín, en cabeza de Daniel Quintero, anunció una serie de acciones a nivel local que parten del nombramiento de un fiscal especializado en los seis casos reportados este año. “Se crea un equipo especial para el esclarecimiento y el trabajo para la población LGBTI. Para todos los casos de homicidios de esta población pasamos de $40 millones a $80 millones, que es el mismo monto que tenemos para feminicidios.” Asimismo, establecerán controles de inspección y vigilancia en moteles y residencias de la ciudad, así como el mandatario señaló que se trabajará de la mano con la aplicación Grindr, que está asociada a varios casos, para obtener información de hurtos y asesinatos en la ciudad.
De esta manera, Patricia Llano, gerente de Diversidades Sexuales e Identidades de Género de la Alcaldía de Medellín, explicó que, “Tenemos una mesa con la Fiscalía y un Módulo Diverso (línea telefónica). Sobre la aplicación de citas, tenemos una campaña de prevención, que fortalece la línea preventiva, y alertas alrededor de la plataforma, pero más allá de eso queremos abrir una discusión en el país para su regulación, ya que muchas se administran desde otros países.
Finalmente, Castañeda cree que no se deben satanizar las plataformas sociales, pero sí insistir en filtros de seguridad, mientras que, con respecto a la justicia en estos casos, advierte que hay un estado de indefensión ante la desconfianza para denunciar y la impunidad. “La cuestión está en activar mecanismos de protección. La Fiscalía debería evaluar casos de estudio en ciudades importantes con mayores violencias y, desde el Ministerio del Interior, generar políticas de prevención, porque mientras no haya resultados el mensaje es que las vidas LGBTI no importan.