DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
Hoy se cumplen 54 años del violento sismo de magnitud 7.2 y profundidad superficial, que se registró en el departamento del Huila, un jueves 9 de febrero de 1967, a las 10:24 de la mañana.
Uno de los temblores más fuertes del país tuvo una intensidad máxima de 10, según el Servicio Geológico Colombiano.
Sin embargo, se sintió en casi todo el territorio colombiano. Los departamentos más afectados fueron Huila, Caquetá y Tolima, donde se presentaron colapsos y daños severos en construcciones. Fue sentido en gran parte del territorio colombiano y en algunas poblaciones de Ecuador.
En las poblaciones de Campoalegre, el sitio Vega de Oriente y la inspección de policía El Paraíso, de Algeciras, más del 50% de sus construcciones colapsaron, ocurrieron fenómenos en la naturaleza y algunas personas perdieron el equilibrio cayendo al piso.
Un resumen general de daños del departamento del Huila mostró que más de 1.000 viviendas quedaron destruidas, alrededor de 1.500 semidestruidas y más de 5.000 averiadas.
De igual manera, hubo licuación de suelos, deslizamientos y agrietamiento del terreno en 21 poblaciones de los departamentos de Huila y Tolima. Estos últimos dos fenómenos bloquearon carreteras, interrumpiendo el paso de automóviles. También algunas personas en Neiva, Pitalito Altamira y Vegalarga, afirman haber visto ondas en el suelo de aproximadamente 50 cm de altura.
En ciudades como Ibagué y Bogotá se sintió bastante fuerte, provocando pánico y obligando a la mayoría de los habitantes a salir de las edificaciones. Varias viviendas presentaron grietas considerables en sus muros, y algunas quedaron arruinadas.
Ocurrieron averías leves en Pasto, Buenaventura, Barrancabermeja, Manizales, Tunja, entre otros, donde pocas viviendas presentaron pequeñas fisuras y muchas personas lo sintieron.
Se conoce que en los tres primeros días se sintieron alrededor de 20 réplicas, y la estación sismológica de Bogotá registró hasta el 9 de marzo del mismo año, un total de 350.
El número de muertos superó el centenar y hubo más de 200 heridos.
Ricardo Andrade, sobreviviente de este movimiento telúrico recuerda este día como algo terrible, pues fueron muchas loas personas que perdieron la vida, él narra este momento como un milagro, pues él se encontraba en un edificio y aun no se explica cómo logró salir de él.