Según labores inteligencia, el cabecilla se desplazaba con sus hombres de confianza hacia Río Chiquito en el Cauca, luego de realizar actividades extorsivas en zona rural de La Argentina, Huila.
Alias Cristian o Quemado, segundo cabecilla de la Quinta Comisión de la Columna Móvil Dagoberto Ramos, fue capturado junto a dos de sus hombres de confianza, la operación adelantada por el Gaula Militar de la Novena Brigada y Gaula de Policía Huila en articulación con Fiscalía General, se registró en el casco urbano del municipio de La Plata.
Labores de seguimiento e inteligencia, permitieron identificar cada uno de los pasos que adelantaba el cabecilla guerrillero requerido por los delitos de concierto para delinquir con fines extorsivos, fabricación porte o tenencia de armas de fuego, daño en bien ajeno, hurto calificado y agravado, y secuestro simple, al tiempo que se le investiga por la acción punible de homicidio.
Varios días de labores investigativas ubicaron al cabecilla en el sector de Gallego, donde al parecer llegó para realizar intimidaciones a los gremios productivos con el propósito de fortalecer el andamiaje financiero de su comisión, según lo ordenado por alias Roicer.
Posteriormente se tuvo conocimiento que una camioneta subiría a recogerlo luego de terminar sus actividades delictivas, esto con el propósito de esconderse en el Cauca intentado evadir a la Fuerza Pública, fue entonces cuando se logró su captura en el momento que intentaba arribar a una estación de gasolina en el municipio de La Plata.
Al ser requeridos, Cristian y sus hombres, todos vistiendo prendas oscuras y sin documentos de identidad, se identificaron con nombres diferentes a los reales, una vez más intentando distraer el accionar de soldados y policías.
Durante la operación les fueron incautadas tres pistolas 9 milímetros, cinco proveedores y 171 cartuchos para las mismas, siete celulares, recibos de caja como paz y salvo ilegal para los cobros extorsivos, 450 mil pesos en efectivo y la inmovilización de una camioneta doble cabina.
Perfil delictivo
Daniel Perdomo Perdomo, alias Cristian o Quemado, habría ingresado a la estructura armada ilegal hace aproximadamente tres años y medio, desde sus inicios habría perpetrado diferentes acciones criminales que llevaron a los cabecillas principales, a nombrarlo segundo de la Quinta Comisión.
El hombre de 33 años, con injerencia delictiva en el noroccidente del Cauca (Inzá, Páez y Belálcazar) y nororiente del Huila (La Plata, Íquira, Nátaga y La Argentina), tras su ingreso habría participado del asesinato de Jairo Ortiz en el mes de diciembre de 2019 en zona rural de Íquira, así como causado las heridas por disparos de arma de fuego a dos integrantes del Comité Regional Indígena del Huila, CRIHU.
Posteriormente, en octubre del 2020 en Río Chiquito Cauca, junto a otros integrantes, participó del hurto e incineración de un vehículo perteneciente a una empresa de apuestas, esto al parecer por negarse al pago de cuotas extorsivas, acción que repitieron en marzo del 2021 cuando secuestraron a dos trabajadores y hurtaron dos camionetas de la empresa Interredes del Huila, hecho perpetrado en el corregimiento de Río Negro, Huila
En octubre de 2021 habría dado la orden al tiempo que integró el grupo que colocó y activó un artefacto explosivo al paso de una patrulla del Batallón Pigoanza en la vereda Patio Bonito en Nátaga, Huila.
Así mismo habría liderado la acción terrorista contra el resguardo indígena ubicado en la vereda San Miguel del municipio de Íquira, donde resultó herido el hijo de uno de los líderes del cabildo.
Contundente golpe
Con la captura del cabecilla y de sus hombres de confianza se neutralizan parte de los planes proyectados por la Columna Móvil Dagoberto Ramos, entre ellos el de fortalecer las estructuras armadas entre Cauca y Huila, realizar acciones terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública, así como contra los activos estratégicos.
Así mismo se contrarrestan sus acciones contra líderes sociales y se les impide consolidar su parte armada en los corredores de movilidad, estrategia que tiene como propósito garantizar el tráfico de estupefacientes.
Así mismo se disminuye significativamente las intimidaciones y los cobros extorsivos a empresas, comerciantes y agricultores que habitan en las zonas donde buscan infructuosamente, posicionarse.